En medio del dolor y la devastación provocados por la tormenta tropical Jerry en la Sierra Norte de Puebla, también emergen historias de compasión. Una de ellas es la de Maricarmen Zaragoza, fundadora del refugio Esperanza Canina Huauchinango, quien desde las primeras horas de la emergencia acudió a la colonia La Paz —una de las zonas más afectadas— para rescatar animales atrapados tras el deslave que arrasó con dos viviendas.
En una de esas casas vivía una mujer junto a sus ocho perros. El deslave no solo destruyó su hogar, sino que también la arrastró junto con siete de sus mascotas. Solo uno, Popeye, sobrevivió, junto con un gato que logró resguardarse entre los escombros.
“Lamentablemente se perdió una vida, la de la señora dueña de la casa. Me avisaron que el agua se había llevado todo y vine porque tenía ocho perritos. Logramos rescatar solo a Popeye y al gatito”, relató Maricarmen conmovida.
Con recursos limitados y el apoyo de voluntarios, Maricarmen trasladó a los animales sobrevivientes a su refugio, donde permanecerán temporalmente mientras la familia afectada enfrenta el duelo.
“Los pequeños no se van a quedar con nosotros, solo es un resguardo temporal mientras la familia pasa este proceso tan feo. Las lluvias no paran, así que los vamos a resguardar para que estén seguros. Son parte de su familia, y ellos también los extrañan”, explicó.
Desde hace años, Esperanza Canina Huauchinango ha rescatado a decenas de animales víctimas de maltrato, abandono y atropellamiento. Maricarmen mantiene el refugio a base de donaciones, principalmente de croquetas, y con el esfuerzo de voluntarios que comparten su amor por los animales.
“He recogido perritos atropellados, con cáncer, mutilados o maltratados. Hay personas que me donan croquetas y con eso voy sacando adelante a los rescatados. Así los alimentamos y cuidamos aquí en la Sierra Norte”, añadió.
La labor de Maricarmen no solo refleja el valor de la empatía en medio de la tragedia, sino también el vínculo que une a las personas con sus animales, incluso en los momentos más difíciles.
“Ellos también son víctimas del desastre, pero también son símbolo de esperanza”, dice la rescatista, quien continúa recorriendo las zonas afectadas buscando más sobrevivientes.
Quienes deseen apoyar su trabajo pueden hacerlo a través de su página en Facebook: Esperanza Canina Huauchinango.
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