Entre familiares y conocidos, sepultan a Julio Armando Torres, dueño de Cartotec en Tecamachalco, a quien secuestraron y su cabeza decapitada fuera abandonada en las letras turísticas de Acatzingo junto a un mensaje de amenaza por supuestamente no “pagar” su cuota.
Al mediodía, la familia de Julio Torres, le rindieron una misa de “cuerpo presente” en la Parroquia de San Juan, en Tecamachalco, aunque se desconoce si el resto del cuerpo de la víctima lo recuperaron.
Posteriormente, el cortejo fúnebre partió con rumbo al panteón de Tecolco, donde lo sepultaron entre cánticos religiosos, y confeti y al mismo tiempo con música de mariachi.
Julio Torres tenía 30 años, un empresario joven originario de Tecamachalco con antecedentes penales por presunta posesión de droga ocurrido en 2021.
Además, de supuestamente tener nexos con el crimen organizado, luego de que el Vicealmirante Francisco Sánchez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla, confirmó el pasado lunes que el crimen se trató de un ajuste de cuentas entre grupos delictivos.
Dicha línea de investigación ha derivado a que la Fiscalía General del Estado (FGE), este investigando los negocios y la doble vida del empresario.
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