El sector textil de la región de Tehuacán concluirá el 2025 inmerso en una de sus crisis más severas, al no registrar crecimiento y el cierre de operaciones del más del 40% de las más de mil maquiladoras, tanto empresas formales como informales. Este colapso ha puesto en riesgo cientos de empleos y la estabilidad económica de la zona.
Roberto Chávez Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) en la delegación Puebla–Tlaxcala con sede en Tehuacán, advirtió que la situación es tan crítica que incluso varios empresarios tendrán que solicitar créditos para poder pagar los aguinaldos, debido al desempeño que ha tenido la industria a lo largo del año.
A lo largo de 2025, las dificultades se agudizaron principalmente por la competencia directa con la industria china, cuyos precios resultan imposibles de igualar. Mientras una tela en México llega a costar alrededor de 70 pesos, en el mercado asiático puede adquirirse por 30 pesos, menos de la mitad, lo que ha dejado a los productores locales en evidente desventaja.
A ello se suma la eficiencia en los métodos de comunicación de las empresas chinas, que permiten obtener en minutos cotizaciones y detalles técnicos de producción, algo que en el sector textil de Tehuacán requiere más tiempo y recursos.
Otro factor determinante ha sido la estructura laboral, ya que, de acuerdo con empresarios, los pagos semanales en la industria china rondan los 350 pesos, una cifra inalcanzable para los talleres de la región, donde los costos operativos son considerablemente más altos.
Además, en materia tecnológica, Tehuacán se encuentra rezagado frente al mercado asiático, que opera con maquinaria avanzada y procesos innovadores tomados de otros países.
“Honestamente, no somos competitivos con ellos”, reconoció Chávez Martínez.
Aunque los 75 empresarios de municipios como Tehuacán, Ajalpan y San Gabriel Chilac han intentado reposicionar sus marcas a través de plataformas digitales como TikTok y Shein, la estrategia no ha sido suficiente para revertir el desplome del sector maquilador.
Ante este panorama, la industria textil local comenzará a apostar por un nuevo modelo: dejar de concentrarse únicamente en la producción y avanzar hacia la creación de paquetes completos, con el objetivo de generar una derrama económica más amplia y estable en la región.
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