El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos y el Santa Rosa de Lima, son los principales grupos criminales que utilizan drones en nuestro país, así lo dio a conocer la Secretaría de la Defensa Nacional.

La Secretaría de la Defensa Nacional, dio a conocer un reporte detallado que contiene los archivos del hackeo masivo conocido como Guacamaya Leaks, la dependencia informó que son usados por sus características: no son detectables.
Su neutralización requiere equipos especializados, son de bajo costo, tiene facilidad de compra y uso, tienen navegación precisa, capacidad de carga y existe una legislación limitada para regularlos.
En el reporte, la dependencia dio a conocer que los drones son utilizados con cámaras de detección térmica y se pueden volar de día y de noche, el uso de altas cargas explosivas de uso industrial o militar.
Estos drones son de bajo costo, tienen una navegación precisa y se habla de que muchos de ellos tienen capacidad de carga.
Las Fuerzas Armadas detectaron que los ataques drones se han dado en operaciones múltiples o simples, también dieron a conocer que hay “drones suicidas” con cargas explosivas o con la capacidad de liberación.

El Congreso avaló, a finales de abril pasado, a raíz de la falta de regulación para evitar el uso de estos artefactos por parte del crimen organizado, la reforma a la Ley de Armas de Fuego y Explosivos para castigar el uso de drones por parte de los grupos de delincuencia organizada.
Tras presiones del Ejército al gobierno federal; sin embargo, la oposición acusó que la nueva redacción de la normativa no era suficiente para detener el crecimiento en su uso.
Así utilizan los Cárteles los drones
La Secretaría de la Defensa Nacional refirió que el crimen organizado tiene la capacidad de comprar drones de alta gama y utilizarlos en varias tareas; con cámaras profesionales y detección térmica, sistemas de liberación improvisados por impacto, visualización de objeticos a kilómetros de distancia, además de artillarlos con explosivos de uso militar o industrial, incluso liberación química.
Un medio local dio a conocer en 2024, que los cárteles CJNG y el de Sinaloa reclutaban a exmilitares y exguerrilleros colombianos con diferentes habilidades bélicas para fortalecer sus capacidades de combate contra sus rivales y las fuerzas de seguridad.
Lo que más requieren estos grupos criminales son expertos en la fabricación y uso de explosivos caseros para drones y minas, tácticas militares usadas entre los Cárteles mexicanos; los cuales se hicieron presentes en la guerra que libran las facciones de Los Chapitos y Los Mayos en Sinaloa.
De acuerdo con autoridades federales, hasta ese momento, se detectaron a exmilitares y exintegrantes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia capacitar a integrantes de ambos cárteles y sus células en la colocación de minas, uso de drones y fabricación de diversos tipos de explosivos para la lucha de control de territorios y el tráfico de drogas.
Ocho años perfeccionando drones
El documento de Guacamaya Leaks admitió que desde el 2017, incrementó la incautación de drones explosivos en estados como Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Puebla; sin embargo, la Secretaría de la Defensa alertó por el uso desmedido entre grupos criminales en cinco estados de Michoacán: Aguililla, Aquila, Chinicuila, Coalcomán y Tepalcatepec.
De cada 12 ataques con artefactos explosivos desde drones, al menos nueve elementos del Ejército y dos policías perdieron la vida.
El ataque con drones suele ser múltiple, se utilizan hasta tres drones por ataque; pero si es, un atentado en contra de una sola persona o autoridad, los criminales usan un dron de precisión.
Ante el incremento de estos artefactos por parte del crimen organizado, la Secretaria de Defensa propuso la creación del Batallón de Respuestas a Emergencias por AEI (Artefactos Explosivos Improvisados) en la Guardia Nacional.
Se triplican las importaciones de drones
El gabinete de seguridad detectó que se triplicaron las importaciones de drones y sus refacciones, utilizados por el crimen organizado.
El documento JW-10 Mesa de Explosivos detalló que, en 2019, la importación de drones con capacidad de carga explosiva fue de 273 operaciones de compra; para 2021 ya se hacían 760 operaciones. En total, entre 2019 y 2021 se realizaron mil 522 importaciones con varios artefactos entre ellas.
La mayoría de estas importaciones se hicieron a China (730 compras), seguido de Hong Kong (547) y Estados Unidos (212).
Otros países que han vendido drones a México son Suiza, Canadá, Alemania, Corea, Arabia Saudita, Singapur y Panamá.
En cuanto a las refacciones de drones, México pasó de realizar 670 operaciones de importación, en 2019; a mil 742, en 2021. En total, en esos tres años se realizaron 3 mil 267 operaciones de importación de partes de drones.
El panorama de países desde los que se importan piezas de drones a México cambia, pues Estados Unidos se posiciona como el principal con 2 mil 499 operaciones, seguido de China con 346 operaciones, y de Alemania, con 252 operaciones.
El documento admite que en 2020 “se incrementó el uso de drones comerciales —de adquisición legal en México— como sistemas de liberación de artefactos explosivos, utilizados principalmente por grupos de la delincuencia organizada”.


