Lo que comenzó como una diferencia de opiniones entre Donald Trump y Elon Musk terminó en un pleitazo monumental, con consecuencias reales para los mercados, la Casa Blanca y el rumbo del país. Aquí el recuento cronológico de la pelea que tiene en vilo a Estados Unidos.
Abril 2025 – El detonante: la ley fiscal de Trump
Musk lanza la primera pedrada al calificar el proyecto fiscal “One Big Beautiful Bill” como “una abominación repugnante”. Asegura que la reforma amenaza directamente a Tesla al eliminar incentivos para autos eléctricos y favorecer a empresas contaminantes.
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Mayo 2025 – Trump contraataca
Desde su tribuna habitual, Trump responde con amenazas: promete cancelar todos los contratos federales con las empresas de Musk, lo acusa de “vivir del gobierno” y lo tacha de desleal. El tono sube.
15 de mayo – El golpe más bajo
En entrevista nacional, Musk suelta una bomba: insinúa que Trump podría estar relacionado con el caso Epstein. No lo acusa directamente, pero la sola mención desata un escándalo mediático.
20 de mayo – Tesla se desploma
Las tensiones pasan factura en Wall Street: Tesla pierde más de 150 mil millones de dólares tras una caída del 14.2 por ciento en sus acciones. Musk señala a Trump como responsable de generar “pánico artificial” en los mercados.
21 de mayo – La amenaza de Musk a la NASA
El pleito roza lo surrealista: Musk sugiere en X que podría desmantelar la nave Dragon de SpaceX, usada por la NASA, si continúan los ataques. Aunque luego se retracta y borra el tuit, la alarma ya está encendida.
28 de mayo – Se rompen las máscaras
Musk estalla: “Sin mí, Trump no habría llegado a la presidencia”. Trump le responde llamándolo “lunático” y “sobrevalorado”. La ruptura es definitiva y pública.
Junio 2025 – ¿Un tercer partido político?
Para cerrar, Musk insinúa que fundará un nuevo partido político rumbo a 2028. La idea no solo agita a los republicanos: genera temor entre quienes ven en él a un disruptor capaz de fragmentar la base conservadora.
Lo que parecía un berrinche de millonarios se convirtió en un pleitazo de alto impacto. Trump y Musk han cruzado una línea que pone en juego contratos, reputaciones, estabilidad económica y hasta el mapa electoral de Estados Unidos. Y esto, apenas empieza.