En días recientes, Totalplay generó controversia al anunciar modificaciones en su política de uso justo de internet, lo que desató múltiples críticas de los usuarios.
La empresa de telecomunicaciones planeaba ajustar sus paquetes para ofrecer un servicio simétrico con un límite de datos, de acuerdo con la velocidad contratada. Además, establecía un cargo adicional de $110 pesos por cada 100 GB excedidos.
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Ante la inconformidad, los reclamos no tardaron en aparecer en redes sociales, especialmente en la cuenta oficial de la empresa en X. Creadores de contenido se sumaron a las quejas, y el caso llegó hasta la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que intervino de inmediato. La dependencia recordó que las empresas no pueden modificar unilateralmente un contrato sin el consentimiento expreso del consumidor y anunció que se reuniría con Totalplay para tratar el tema.
Tras el encuentro, Profeco exhortó a la compañía a no aplicar los cambios sin la autorización de cada usuario. Asimismo, enfatizó que cualquier modificación en las condiciones del servicio debe ser comunicada de manera clara y transparente, detallando los posibles beneficios para los consumidores.
Por su parte, Totalplay justificó la medida argumentando que busca frenar el uso indebido de su infraestructura por parte de usuarios que revenden el servicio de manera ilegal. Sin embargo, Profeco señaló que la empresa ya cuenta con cláusulas en su contrato para cancelar el servicio en estos casos, sin necesidad de imponer nuevas restricciones a todos sus clientes.
