El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una ofensiva militar contra tres sitios nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahán, en una operación que calificó como “espectacular” y “completamente destructiva”.
La acción marca un nuevo punto de tensión en el conflicto entre ambos países y ha generado preocupación internacional por una posible escalada militar en Medio Oriente.
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Trump apareció en conferencia de prensa flanqueado por el vicepresidente JD Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth.
En su breve declaración, el mandatario justificó los bombardeos como una respuesta directa al desarrollo de armas nucleares por parte de Irán.
“Han matado a nuestra gente, creando armas”, afirmó Trump, sin detallar incidentes específicos. “Los bombardeos fueron espectaculares y las instalaciones fueron completamente destruidas”, añadió, mientras agradecía al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu por su colaboración en la operación conjunta.
El presidente también subrayó la estrecha alianza militar entre Estados Unidos e Israel.
Trump advirtió que, si Irán no accede a firmar un acuerdo de paz, habrá represalias aún más severas.
“Irán, el bully de Medio Oriente, debe ahora hacer la paz. Si la paz no llega pronto, perseguiremos esos otros objetivos con precisión, velocidad y habilidad”, señaló.
“Esto no puede continuar; tiene que haber paz o habrá tragedia para Irán, mucho mayor que la que hemos presenciado en los últimos ocho días”.
El presidente destacó la capacidad tecnológica y militar estadounidense, asegurando que “no hay equipo militar que pueda igualar lo que hemos hecho”. Cerró su intervención con un mensaje cargado de simbolismo político y religioso:
“Amo a Dios, amo al ejército, que Dios bendiga a América, al Medio Oriente e Israel”.
Por su parte, medios estatales iraníes informaron que las instalaciones atacadas habían sido evacuadas previamente, lo que habría reducido el impacto humano del operativo.
No obstante, la destrucción de infraestructuras críticas ha intensificado la tensión en la región, elevando el riesgo de un conflicto mayor.
Analistas internacionales advierten que el tono beligerante de Trump podría dificultar cualquier intento de mediación diplomática en las próximas semanas.
El presidente estadounidense concluyó su mensaje con una frase que resume su postura: “O habrá paz, o habrá guerras”.
