Las cifras son preocupantes. Los golpes al huachicol fiscal que opera el Secretario de Seguridad Omar García Harfuch no logran contener la alta percepción de inseguridad que se registra en todo el país.
La guerra incontenible en Sinaloa que se extiende a Durango y Chihuahua; las minas explosivas y los asesinatos en Michoacán, de manera particular la ejecución de Bernardo Bravo, líder de los productores de limón; las oleadas criminales en Guerrero que llegan al grado de paralizar el transporte público en Chilpancingo, la ciudad capital; el ataque con drones a oficinas de la fiscalía en Tijuana, reflejan un país en condiciones críticas.
Es un ambiente turbio y enrarecido que se refleja en las mediciones sobre la percepción de inseguridad.
En este marco nacional el estado de Puebla no queda exento.
Este término debe ser explicado con detenimiento. La percepción es una emoción, una sensación social.
Las estadísticas muestran que una o dos personas de cada diez han sido víctimas de un hecho delictivo, pero otros seis ciudadanos sienten como propio ese clima de inseguridad.
No solamente los afectados expresan esa sensación, también sus vecinos, amigos e incluso desconocidos que leyeron los hechos en las redes sociales. Ya sea el robo de llantas, un asalto a cuentahabiente o el atraco en una junta auxiliar.
Repetimos, es una emoción social, una sensación subjetiva que también se puede combatir. Solo basta un mayor patrullaje en calles y colonias para corregir esa percepción.
La mesa de seguridad que se realiza en Puebla debe plantearse entre sus objetivos crear una nueva percepción social y esta se va a lograr gracias a dos estrategias, mayor patrullaje y labor de proximidad ciudadana.
La coordinación entre el Vicealmirante Secretario Francisco Sánchez González, el Coronel Félix Pallares Miranda, el director de la Policía Estatal Capitán Rodolfo Lira García, así como el Subsecretario de Operatividad Policial Mayor Isidro Miguel Cruz deben proponerse como objetivo concreto construir una nueva percepción.
Incluso a la encomienda debe agregarse Arturo García García, director de la Policía Auxiliar, quien hasta hace unos meses era titular de Tránsito en el municipio de Veracruz, donde dejó cuestionables referencias.
De entrada se debe subrayar que la percepción social es un concepto subjetivo, materia de la psicología social, que difícilmente pueden entender oficiales de las fuerzas armadas o policías de carrera.
Y aquí es donde debe entrar el tacto y la sensibilidad política.
La percepción de seguridad se construye con patrullaje, policías de proximidad y acercamiento ciudadano.
Por ejemplo, la colonia La Paz se ha convertido en un foco rojo en los últimos meses. Bastaría que dos patrullas recorran las calles Teziutlán, Cholula, Matamoros, Acatlán para reducir la sensación de inseguridad entre vecinos, comerciantes y restauranteros.
Pero el patrullaje debe ser permanente. No puede ser un recorrido de 2 horas por 22 de ausencia. Eso no es posible.
El patrullaje debe ser constante. De la misma forma hay cruceros, esquinas que deben contar con una unidad las 24 horas al día. Si los vecinos ven una unidad policiaca en la entrada de su fraccionamiento, la percepción cambia en unos días.
Además, la medida es real porque el hampa es cobarde. En cuanto ven una patrulla los ladrones de inmediato se retraen, se inhiben.
La proximidad social debe quedar a cargo de oficiales mujeres que generan más confianza que los varones.
Hace unos días directivos y estudiantes del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla “Gral. Juan Crisóstomo Bonilla” (BINE), denunciaron la inseguridad en su zona.
Aquí debe instalarse una patrulla con féminas uniformadas que se acerquen a dialogar “¿Ha visto algo fuera de lo normal?… ¿Algún vehículo que considere sospechoso?”.
Son pequeños ejercicios de proximidad ciudadana que pueden cambiar notoriamente la percepción social.
Estaremos atentos.
Vamos a los cortos en Cúpula.
EN PUEBLA PORRAS, EN VERACRUZ MENTADAS
Lo apuntamos la semana pasada. El fenómeno meteorológico fue el mismo, pero la reacción social es muy diferente. En suelo poblano la presidenta Sheinbaum realiza recorridos rodeada del afecto de los pobladores. Esto no sucede en Veracruz donde miles truenan y mientan contra la gobernadora Rocío Nahle. Existe una abismal diferencia. El momento cúspide fue cuando la mandataria federal pidió una porra para el gobernador Armenta por la pronta atención a la Sierra Norte.
LA VISITA DE CLAUDIO X. GONZÁLEZ ES MERAMENTE SIMBÓLICA.
La visita de Claudio X. González a la cúpula azul de Puebla debe leerse como meramente simbólica. Se trata de un junior que administra el patrimonio de su papá Claudio X. González Laporte y que de manera atropellada y desafortunada trata de erguirse como operador de la oposición, pero lo hace sin estrategia, ni método. El relanzamiento del PAN nacional y la visita de González tiene en común que no saben adónde van, ni como capitalizar los inocultables errores de Morena.
SE RECRUDECEN LOS ASALTOS A CUENTAHABIENTE.
Se trata de una actividad delictiva en toda la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP) y es claro un incremento de casos. Estos robos con violencia se concretan por acuerdos previos entre asaltantes y ejecutivos bancarios. Solamente así los hampones pueden conocer quiénes hicieron retiros e incluso los montos. Las investigaciones tienen que llegar hasta los gerentes de las sucursales y actuar antes de que ocurra un asalto que genere una crisis social.
Como siempre quedo a sus órdenes.
cupula99@yahoo.com

