La tercera y cuarta semanas del mes de enero del presente 2025 en varios puntos del estado de Tabasco se suscitaron ásperos atentados.
Principalmente en Villahermosa sujetos armados quemaron autobuses del servicio público y vehículos particulares. A altas horas de la madrugada realizaban detonaciones de armas largas.
La población estaba atemorizada por una ola de violencia sin precedente.
El tema de fondo fue una reacción del llamado ‘Operativo Barredora’ de Tabasco luego de la captura de Carlos Tomás N. alias “El Lic” jefe criminal de esa organización.
Aquí el punto a destacar es que la detención no se realizó en Tabasco sino en el poblado de San Juan Tuxco, municipio de San Martín Texmelucan, Puebla.
El capo identificado como “El Lic” se sentía más seguro en Puebla que en su feudo tabasqueño. Información de inteligencia policiaca permitió su ubicación y detención.
Y aunque en Puebla pocos ciudadanos supieron de estos hechos, en Tabasco se desató un infierno.
Esta es una fiel descripción de los lazos que tienen el grupo ‘La Barredora’ que opera en la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP) con su equivalente de Tabasco.
Lo hemos dicho en el pasado. La relación de estos sicarios no es directamente con la cabeza criminal de Jalisco, sino con las células que operan en Villahermosa, Frontera y Paraíso.
De ahí parten los delincuentes que actualmente generan violencia en Puebla.
La reciente detención de cinco miembros de ‘La Barredora’ en la colonia Santa Lucia de la Angelópolis es uno de muchos golpes más que habrán de dar las autoridades para limpiar el estado.
Puebla no debe olvidar que este fenómeno criminal inició en el sureste del país con la gestión de Hernán Bermúdez Requena, el responsable de la Seguridad Pública de Tabasco y brazo derecho de Adán Augusto López.
Vamos a otro tema de seguridad.
TRASFONDO DE LA EJECUCIÓN DEL EX ALCALDE DE ALTEPEXI.
El contexto social de Altepexi, Puebla, debe ser motivo de estudios sociológicos. Es considerado como el municipio con mayor índice de alcoholismo en todo el estado.
En una familia típica son comunes las caguamas desde temprana hora y compartir con los niños un vaso de cerveza.
Hay infantes de diez años de edad que ya muestran síntomas de alcoholismo.
En este escenario las llamadas cachimbas -pequeños tugurios donde solo hay tres mesas y sillas de lámina-, son el refugio de bebedores cotidianos.
Sin embargo, en años recientes esos pequeños establecimientos fueron cambiando de giro.
A la entrada de los enervantes, principalmente el “cristal”, las cachimbas se convirtieron en el punto de venta de narcóticos.
Y la escena se repite, pero ahora con las drogas como producto.
Niños de diez o doce años de edad se engancharon con el “cristal” que se vende a todas horas en esas cachimbas.
Para este mes de julio de 2025 en Altepexi operan por lo menos doce puntos de narcomenudeo. Las autoridades municipales lo saben perfectamente.
Los alcaldes de los últimos 15 años fueron testigos del crecimiento exponencial del alcoholismo y nada hicieron. Como tampoco actuaron ante la amenaza del “cristal”.
En Altepexi hasta esos niños adictos lo saben; las autoridades municipales solapan, incluso conviven con los narcomenudistas.
La mañana de ayer domingo 20 de julio el ex presidente municipal de Altepexi Alberto Hernández Feliciano, conocido popularmente como “Betin” entraba a la comunidad a bordo de una camioneta de gama alta.
Sicarios en dos motocicletas ya lo esperaban. En cuanto pasó a su lado abrieron fuego.
En Altepexi la comunidad sabe que la ejecución fue ordenada por uno de los dos grupos de narcomenudistas enquistados en el municipio y que abiertamente desafían a las autoridades.
Se sienten intocables e impunes, porque así se han conducido durante los últimos años.
Se debe subrayar que este es el primer crimen político en el valle sureste del estado y ocurre en un municipio ahogado en alcohol y enervantes.
Ojalá se tomen las medidas pertinentes.
Estaremos atentos.
Como siempre quedo a sus órdenes.
cupula99@yahoo.com