“El espectáculo somete a los seres humanos
en la medida en que la economía
los ha sometido ya totalmente.”
Guy Debord
Una de las noticias más mediáticas en la actualidad es el monto que adeuda al fisco federal alguna o algunas de las empresas del empresario propietario, entre otras cosas, de una cadena de canales de televisión abierta en México, personaje que ha llegado al extremo de que se considere, para muchos, la única oposición con que cuenta el gobierno actual por la serie de discursos y expresiones que realiza constantemente en contra de la actual y la anterior administración pública federal.
Desafortunadamente, lo único que se conoce por el público de ese millonario adeudo al fisco federal, es que, supuestamente ha perdido amparos, juicios ante el tribunal federal de justicia administrativa, sin entrar a más detalles en los medios de comunicación, lo cual provoca más incertidumbre al respecto de esta problemática fiscal e incluso, ha servido para que el propio sistema le sea útil esta información a medias, para que se propague como una medida de las que se denominaron, desde los tiempos del presidente Salinas de Gortari, como: “terrorismo fiscal”, pues estas noticias del adeudo, si que espanta a cualquier contribuyente de a pie, por lo menos, ya se volvió un tema mediático.
Y es que, al convertirse en una cuestión meramente mediática, da como resultado que lejos de que se trate de una nota informativa veraz, lo que provoca es todo lo contrario, se presta a muchos comentarios contradictorios y erróneos. Pero, ¿cómo se originan esos adeudos fiscales tan abundantes?
En primer lugar, hay que considerar que los adeudos fiscales se aumentan sumando la tasa de recargos previstos en la ley de ingresos, es decir, por los intereses, adicionalmente que se debe de sumar a la suerte principal del adeudo la actualización, es decir la adecuación del valor del dinero del pasado al presente, y por último, pero lo más trascendente es que se imponen sanciones sumamente elevadas, como es que, por cada peso que se adeuda se determina como sanción entre el 55% al 75 % de esa contribución omitida, más otras multas formales, por no presentar correctamente las declaraciones, por no proporcionar la información a la autoridad, etc., lo cierto es que, cualquier adeudo fiscal, por el simple transcurso del tiempo se multiplica de forma estrepitosa.
Pero, eso no es lo único que hace que los adeudos sean tan elevados cuando se trata de créditos fiscales, sino que a eso hay que adicionar que muchos contribuyentes acuden a una serie de asistencias, asesorías, consultas en oficinas o despachos encargados de esa labor, para obtener un ahorro, disminuyendo el pago de los impuestos, lo cual es del conocimiento generalizado que esto se encuentra permitido, es decir, la denominada: “planeación fiscal”, que es valida, es legal, lo que no se encuentra permitido es caer en la falsificación de las operaciones, incluso, que se realicen actos que sean con el propósito de confundir a la autoridad fiscal, o bien, de realizar actos o contratos ficticios y que estos sostengan la no realización aparente de la actividad gravada, lo cual se conoce en la doctrina como: “elusión fiscal”, y que se castiga al igual que la defraudación fiscal, y muchos contribuyentes caen en esa confusión entre la planeación fiscal y la elusión fiscal, que una vez que son recibidos por esos asesores, inician esos trabajos y todo es miel sobre hojuelas, no pasa nada, hasta que llegan los requerimientos, invitaciones, revisiones, tres, cuatro o cinco años después, en donde cada quien toma sus provisiones y muchas de las ocasiones dejan a su suerte a esos contribuyentes que se confundieron entre planeación fiscal y elusión fiscal.
Una situación más por la cual se generan estos adeudos fiscales millonarios es que se inflan esas cantidades por la corrupción vigente que, a pesar de muchos esfuerzos que se han realizado desde hace mucho tiempo para combatirla, la corrupción subsiste, vale la pena decir que, a veces, ese esfuerzo ha sido simplemente de dientes para afuera, porque no se hace nada en contra de redes complejas de corrupción adentro de las oficinas publicas que, al no terminar el acuerdo, al romperse los convenios “de caballeros”, explotan los procedimientos administrativos para convertirse en créditos fiscales absurdos y excesivos, por ello es que, se da otra causa por la cual los créditos fiscales son excesivamente absurdos.
Faltaría decir que, también se aumentan los montos de los adeudos fiscales porque los asuntos son tan prologados en el tiempo que, entre invitaciones, auditorias, acuerdos ante Prodecon, recurso de revocación, juicio de nulidad y el juicio de amparo, se prolongan a tiempos inimaginables, sobre todo esto se ha acrecentado después de la pandemia, como que se volvió más lento todo procedimiento.
Finalmente, al respecto de estos adeudos de este prominente empresario, basta decir que, cada sexenio tiene mediáticamente a su perseguido tributario, desde los tiempos de un cantante argentino en la década de los ochenta, pasando por artistas y cantantes mexicanos muy connotados, hasta llegar ahora con quien parece ser que es el enemigo del sistema tributario.
Siempre se ha buscado en este, a decir de Guy Debord, “mundo del espectáculo”, un sujeto para poder explotar de forma mediática la presión para incrementar la recaudación de los impuestos, más ahora que las políticas públicas han cambiado, en donde el gobierno gasta más, en que la orden superior es generar pensiones y pensionados y no fuentes de trabajo, empleos, por ello es la necesidad actual de un personaje público que sea el enemigo mediático del fisco. (Web: parmenasradio.org)