Silvino Vergara Silvino Vergara
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¿Por qué no se combate la corrupción?: Reforma fiscal 2026

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¿Por qué no se combate la corrupción?: Reforma fiscal 2026
Silvino Vergara - Temas Jurídicos para Tiempos no Jurídicos

“La corrupción es el síntoma más claro de
la degradación del Estado de derecho.
Cuando el poder público se utiliza
para fines privados, se destruye el
fundamento mismo de la
legitimidad jurídica y moral del Estado.”
Norberto Bobbio

Decía acertadamente el ex presidente de la administración pública federal anterior en nuestra nación que, la corrupción se combate de arriba hacia abajo, como quien barre las escaleras, sin embargo, no debe de olvidarse barrer las esclareas de la parte inferior, porque o bien, allí se estanca y con ello subsiste y se alimenta la corrupción o, se vuelve a subir y se expande nuevamente.

Y, esto es lo que está sucediendo con la iniciativa de la reforma al código fiscal de la federación para 2026, que esperemos que se le haga una lectura, por lo menos eso, por los senadores y diputados, pues se está legislando para la corrupción y para que esa corrupción se quede en la parte inferior de esas escaleras gubernamentales, es decir, allí en esas oficinas hacendarias, en donde se encuentra el contacto diario con los contribuyentes, en donde las autoridades de las ventanillas y sus jefes, atienden permanentemente a los contribuyentes de a pie.

De analizar todas las reformas que se pretenden llevar a cabo para aumentar la recaudación de los impuestos por medio del código fiscal de la federación para 2026, es simplemente ampliar las facultades a esas autoridades fiscales de ventanilla, que son aquellas autoridades que, ordenan revisiones, revocan sellos digitales, impiden la constitución de nuevas sociedades, desahogan las diligencias ante los contribuyentes, determinan y juzgan si el domicilio fiscal del contribuyente es apropiado o no para sus operaciones, si es que efectivamente expide comprobantes fiscales o estos son falsos, si es que pretende garantizar un adeudo fiscal adecuadamente, cobran los impuestos, embargan los bienes a los contribuyente, etc.

A esas autoridades, se les han ampliado las atribuciones durante los últimos 20 años, el resultado ha sido la gran corrupción de la que se vive en esa relación con el contribuyente por parte de las autoridades fiscales inferiores, es decir, las de la ventanilla.

Pero, eso no es todo, porque adicionalmente con la reforma al referido código y con la reforma  a la ley de amparo de paso, se está prácticamente invitando a los particulares que, en su calidad de contribuyentes, no se atrevan a interponer un medio de defensa fiscal, llámese recurso de revocación, juicio de nulidad o juicio de amparo, ¿para qué?, si aquí tenemos a la enorme corrupción, esta resuelve las cosas, es más esto que se ha obligado a México, por los organismos internacionales a partir de la reforma constitucional del 18 de junio de 2008, que se le llama: “mecanismos alternos de solución de controversias” que ahora aplican también para la materia fiscal, y se han impuesto para que no se acuda a los medios de defensa formales de los contribuyentes, como una forma de disminuir las cargas de trabajo en los tribunales y juzgados, de nada sirven tampoco, si es que la alternativa más viable y cómoda es la desafortunada corrupción y que se está promoviendo con estas modificaciones a este código fiscal de la federación para 2026.

Verdaderamente, con esta muestra de reforma, queda más que claro el error que circula siempre de que la corrupción: “somos todos”, pues en realidad la corrupción parte de la propia ley, con tantas regulaciones, obligaciones y por parte de la autoridad inferior, amplias facultades, lo que se ha instruido con la legislación fiscal, es que es más sencillo vivir en la ilegalidad que en la legalidad, es decir, “es más fácil hacer lo ilícito que lo lícito”, que desde luego, eso no es exclusivo de la materia fiscal, pero quien promueve esa conducta ilícita y la corrupción es la propia ley, la muestra es palpable con esta reforma para 2026.

El problema que se tiene para combatir este mal de nuestros tiempos que es la corrupción, se está estancando en los buenos propósitos de los funcionarios de mayor jerarquía, pero eso no limita, ni detiene la corrupción, al contrario, con las reformas pretendiendo mejorar la recaudación y el cumplimiento de las obligaciones de los particulares, resulta que lejos  de eso, se está promoviendo más la corrupción, pues las autoridades que tienen menor rango, las que están en ese contacto directo con el contribuyente, se le está dando cualquier tipo de facultades para jugar a la corrupción, algo que resulta verdaderamente absurdo, si se pretende combatir la misma, pues de lo contrario, lo que pareciera que está sucediendo es que, se mantiene y alimenta la corrupción desde los escalones de abajo. (Web: parmenasradio.org)

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