“Todo impuesto que se percibe de manera
arbitraria y violenta tiende a empobrecer
a los contribuyentes y a disminuir,
en lugar de aumentar,
los ingresos del soberano.
La incertidumbre del impuesto
es un mal mayor que su desigualdad.”
Adam Smith
Se ha anunciado en estos primeros días de diciembre de 2025, con bombos y platillos que, se aumentaran para el año de 2026, los montos de las pensiones que otorga el gobierno federal al sinnúmero de personas “beneficiadas” de estos programas que les denominan: “de bienestar”, lo cual ha todo mundo le cae de maravilla, pero nadie se pregunta: ¿de dónde proviene tanto dinero para repartir?, evidentemente que, proviene de los contribuyentes, tanto de los grandes contribuyentes como de los más pequeños, bueno, de los que aun subsisten.
Los datos de la subsistencia de los contribuyentes es evidente, el crecimiento de la economía del país no llega en este año de 2025, ni al 0.5 %, se ha sostenido que será de 0%, lo cual es dramático, pues sin crecimiento económico, lo único que se provoca, es que vayan cerrando los negocios de los contribuyentes, con eso se disminuye la recaudación de los impuestos, y de no existir recaudación de impuestos, pues hay que endeudar al país aun mas de la cuenta, para sacar las pensiones recurrentes que brinda el Estado, pues no hay otra forma de contar con esos recursos.
Atendiendo a esa realidad, es que la administración pública federal se ha encargado de incrementar la presencia del fisco ante los contribuyentes, con todas las limitaciones con que cuenta, como es el caso de la falta de personal, pero con la ventaja que se tiene con la denominada inteligencia artificial, permite que la autoridad fiscal pueda hacer una recaudación histórica, a decir de las noticias, esta auspiciada por la incertidumbre de un sistema tributario sumamente complejo, arbitrario e inconstitucional que subsiste desde su última gran modificación que fue en 2014.
Con ese sistema, se ha permitido recaudar más, y reforzado con las reformas en materia de amparo, de los medios de defensa de los contribuyentes, desde luego, con la reforma al poder judicial y para rematar, con los nuevos magistrados en justicia administrativa.
Pero, todo esto resulta aun insuficiente, son demasiados los gastos recurrentes del Estado, ya incluso, dejando a un lado los problemas tan grandes que hay de corrupción en la nación, pues no habían sido estos montos tan espectaculares en los casos de corrupción en el pasado como en los últimos años, aun sin contar con eso, de todas formas, no hay dinero que alcance para todas estas dadivas gubernamentales a la población, eso ya lo habían previsto los denominados países del primer mundo desde 1979 y 1980, particularmente, Inglaterra y Estados Unidos de América, por ello fue que los redujeron gradualmente, pero aquí apenas empezamos con esas políticas igualitaristas, que es cosa distinta a la igualdad jurídica.
Debido a esta falta de recursos que ya se respira en las propias oficinas de gobierno, con la falta de papel, de insumos para el trabajo diario, hasta de gasolina para las patrullas, es que se formularon las reformas fiscales para 2026, en un principio mayor retención de impuesto sobre la renta a los inversionistas, después el aumento a los impuestos especiales sobre bebidas refrescantes, y desde luego, nuevos impuestos como es el caso de los video juegos, pero eso no es todo, el problema principal se encuentra en el código fiscal de la federación.
Modificaciones tan arbitrarias no se habían visto en mucho tiempo, incluso, en los tiempos que se decía que había terrorismo fiscal, posiblemente porque hoy no gobiernan abogados, si se analiza detenidamente, no hay personajes como en antaño sucedía, que eran abogados, figuras emblemáticas en la academia que participaban en el gobierno, en puestos de relevancia y de decisión, por ende, las reformas están apartadas de toda juridicidad.
Mayores causales de revocación del certificado del sello digital, impedir que deudores del fisco puedan constituir nuevas empresas, restricciones para acudir al recurso de revocación y al juicio de nulidad simplemente para defenderse ante los cobros del fisco, establecer como forma de garantía de los adeudos fiscales el deposito en el banco del bienestar, revisiones sorpresa para verificar o bien, extorsionar, a los contribuyentes, si es que expiden facturas falsas, pero sobre todo la modificación al delito de operaciones inexistentes, que desde que se instituyó esta persecución, va encaminado más que a combatir las facturas falsas, se perjudica a los contribuyentes de a pie.
La adición para implementar la revisión del fisco en tiempo real, por medio de las plataformas digitales que entrará en funciones en abril de 2026, es otra controversia, otrora constitucional, sobre los derechos de libertad, pues al final se va a resolver en los juicios que se promuevan, que esto es simplemente consiste en verificar las obligaciones en matera del impuesto al valor agregado.
Para rematar un nuevo delito, consistente en sancionar a quien presente datos, informes, documentos con falsedades, pero que la pena corporal se puede sustituir por el pago de un cálculo estimado de un crédito fiscal, es decir, no se enviara, salvo casos de excepción, a la prisión a los contribuyentes, pues ese también es un costo para el Estado, el objetivo solamente es imponer terror y después, que pase a pagar.
Toda estas medidas, es decir, en tanto se les ocurre como echar a andar la economía, con personajes en los más alto cargos gubernamentales que nunca han puesto ni un micro negocio, menos aun estudiado algo muy elemental sobre la economía actual, es que se van a enterar demasiado tarde que: sin contribuyentes; no hay pensiones. (Web: parmenasradio.org)


