Durante 2024, último año de gestión de Sergio Salomón, Puebla registró la incidencia delictiva más alta desde 2010, con 44 mil delitos por cada 100 mil habitantes. Prácticamente durante el mismo año, en uno de cada tres hogares por lo menos un habitante fue víctima de la inseguridad. Los delitos más comunes fueron fraude, extorsión y robo de vehículo, según se desprende de la ENVIPE.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2025, presentada por el Inegi, confirma que la tasa de incidencia delictiva era de 44 mil 263 delitos por cada 100 mil habitantes es la mayor registrada al menos en los últimos 14 años. En comparación, en 2010 la incidencia era de 23 mil 946, lo que refleja un aumento en la inseguridad del 14 por ciento en el lapso de 14 años. Un pico alarmante se observó en 2017, bajo la administración del Partido Acción Nacional (PAN) y con Tony Gali con 42 mil 343 delitos por cada 100 mil habitantes.
Los datos también muestran que la criminalidad afecta de manera transversal a todos los sectores de la sociedad, sin distinción de clases sociales. Actualmente, de un millón 884 mil 415 viviendas existentes en la entidad, 667 mil 444 hogares tuvieron al menos un miembro que sufrió algún delito en 2024, lo que evidencia la magnitud del problema y la percepción de inseguridad que atraviesan los poblanos.
Entre los delitos que más impactaron a la ciudadanía, el fraude encabezó la lista, con una tasa de 8 mil 930 incidentes reportados. La extorsión, comúnmente conocida como “cobro de piso”, también fue un delito recurrente, afectando a 7 mil 196 habitantes por cada 100 mil. Esta modalidad refleja no solo la vulnerabilidad de los ciudadanos ante grupos delictivos, sino también la necesidad de fortalecer mecanismos de denuncia y prevención.
El robo de vehículos, parcial o total, constituyó otro delito de alto impacto, con 4 mil 88 casos registrados, lo que mantiene a Puebla dentro de las entidades con mayores cifras de hurtos vehiculares en el país. Expertos en seguridad señalan que el aumento sostenido de estos delitos responde a factores como la falta de programas de prevención, deficiencias en la investigación de crímenes y limitada coordinación entre autoridades municipales y estatales.
Frente a esta situación, la ENVIPE también subraya la importancia de implementar estrategias de seguridad más efectivas, incrementar la presencia policial en zonas de mayor incidencia y fomentar la cultura de denuncia entre la población. De no atenderse estas alarmas, advierten, la tendencia podría mantenerse o incluso incrementarse en los próximos años, afectando no solo la calidad de vida de los poblanos, sino también la percepción de confianza en las autoridades.
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