Tal y como DIARIO CAMBIO lo informó puntualmente, uno de los cuerpos hallados en una barranca de San José Los Cerritos sí corresponde al de Juan Carlos Medel Bonilla, el joven de 23 años que llevaba una semana desaparecido; la víctima, era padre de familia de tres menores de edad, además, de que era muy conocido entre locatarios de la Central de Abasto pues de repente, trabajaba en el mercado para generar más dinero y mantener a su familia.
Luego de una semana de intensa búsqueda, por fin fue encontrado el cuerpo de Juan Carlos Medel Bonilla; el cadáver corresponde a uno de los dos encontrados la mañana del lunes al fondo de una barranca en la colonia San José Los Cerritos en la ciudad de Puebla, cuyo cuerpo presentaba huellas de violencia y además, tenía una pancarta con un texto presuntamente amenazante.
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Esta editorial informó puntualmente dicha teoría horas después de que fueron encontrados los cadáveres, misma que fue confirmada al siguiente día por personas cercanas al caso, quienes revelaron a DIARIO CAMBIO que el cuerpo de Juan Carlos fue identificado también por sus tatuajes pero aunque la familia ya había sido notificada, tardaron en acudir a reclamar el cuerpo al Servicio Médico Forense.
Juan Carlos dejó a tres hijos; avisó que regresaría a su casa pero ya no volvió
Información a la que tuvo acceso este portal, revela que el pasado 23 de junio -cuando desapareció Juan Carlos- él llegó a su casa en San José Los Cerritos, como cualquier otro día de trabajo e informó a su esposa que saldría un momento, asegurándole que no demoraría más de 10 minutos, sin embargo, ya no regresó y después de algunas horas comenzaron a buscarlo entre sus conocidos pero fue hasta cinco días después cuando dieron aviso oficialmente a las autoridades acerca de su desaparición.
Juan Carlos, era padre de familia de tres menores de edad: un niño de tres años, una niña de seis y una bebé de dos meses, a quienes buscaba la forma de sacar adelante con el dinero que ganaba por la recolección de material reciclable y ocasionalmente, de lo que lograba sacar como cargador de jitomates en la Central de Abasto.
El joven tenía adicciones y tenía compañías “extrañas”
Quienes conocieron de cerca a Juan Carlos, informaron que el joven era adicto a sustancias ilícitas las cuales consumía ocasionalmente. Incluso, se supo que en el pasado el joven fue anexado en dos ocasiones pero la última vez fue sacado por su familia ya que se comprometió a cambiar por su familia. Aunado a lo anterior, se sospecha que la probable causa de que le hayan quitado la vida es por las amistades que tenía; Juan Carlos conocía a distintos sujetos con apodos extraños, quienes presuntamente, no eran buena influencia para él, pero de ellos no se dieron mayores detalles.
La otra víctima no ha sido identificada
El otro hombre de complexión robusta (también joven) que fue localizado junto al cadáver de Juan Carlos, aún no ha sido identificado, por lo que las autoridades persisten en las investigaciones para dar con su identidad y a su vez, esclarecer el doble homicidio que al parecer se trató de un ataque directo por posible ajuste de cuentas ya que las víctimas fueron encontradas con un mensaje cuyo texto no fue revelado.