En menos de una semana, el municipio de Coronango se ha convertido en el epicentro de la violencia en la zona metropolitana de Puebla. Entre el 24 y el 30 de junio, la demarcación fue escenario del hallazgo de cuatro cuerpos y la detonación de dos explosivos en ataques dirigidos contra fuerzas de seguridad.
Estos acontecimientos se suman a la creciente percepción de inseguridad en el municipio encabezado por el presidente municipal Armando Filemón Aguirre Amaro, pues hasta el momento, su gobierno no ha dado a conocer acciones específicas tras los homicidios y el atentado con explosivos.
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El lunes 24 de junio se registró el primer suceso. Tres hombres fueron encontrados sin vida en terrenos de cultivo cercanos a la localidad de San Lucas Nextetelco, colindante con Juan C. Bonilla. Uno de los cuerpos estaba dentro de un vehículo Nissan Versa gris, mientras que los otros dos yacían en el suelo. Las víctimas presentaban signos visibles de violencia y heridas de arma de fuego; uno de ellos tenía los ojos vendados y estaba semidesnudo.
Inicialmente, el Ayuntamiento de Coronango emitió un comunicado oficial refiriéndose al hecho como un accidente vehicular. Sin embargo, las autoridades estatales descartaron esta versión, confirmando que se trató de un triple homicidio. La camioneta no mostraba daños por colisión ni había evidencia de un percance vial en el lugar. Elementos de la Policía Estatal y Municipal, el Ejército Mexicano, la Fiscalía General del Estado (FGE) y paramédicos acudieron al sitio para las diligencias correspondientes.
Hallazgo de restos humanos y ataque con explosivos
Seis días después, el 30 de junio, un nuevo hecho violento sacudió la junta auxiliar de San Martín Zoquiapan. Tras una denuncia ciudadana, se localizó un vehículo Hyundai rojo (placas R27AXT) abandonado en la intersección de calle Guerrero y Camino Viejo a Mihuacán. Las autoridades confirmaron que el vehículo tenía reporte de robo y, en su interior, se encontraron varias bolsas negras con restos humanos y contenido hemático.
Durante el acordonamiento de la escena por parte de la Fiscalía, dos artefactos explosivos fueron detonados en las inmediaciones. Una oficial de policía resultó lesionada y fue trasladada a un centro médico.
El CJNG se atribuye el ataque y lanza amenazas
Horas después, el grupo Operativo Barredora, brazo armado del Cártel de Jalisco Nueva Generación se adjudicó el atentado mediante un mensaje difundido en redes sociales y que fue replicado en diferentes medios de comunicación inclusive a nivel nacional.
En el comunicado, el grupo criminal hizo referencia directa a mandos policiales y a la reincorporación de Gustavo Alonso González Zapata, alias ‘Sauce’, como director de Operaciones y Logística en la FGE. El texto también incluyó amenazas explícitas contra corporaciones estatales, municipales y federales.
“Ahí les dejamos unas granaditas, la próxima les volamos sus oficinas completas”, se leía en el mensaje.
El grupo delictivo también acusó a autoridades municipales de supuestos vínculos con organizaciones dedicadas al robo, la extorsión y el secuestro.
La zona fue asegurada por elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina y personal especializado en manejo de explosivos, quienes realizaron un operativo para descartar la presencia de más artefactos.
A pesar de la gravedad de los hechos, las autoridades municipales de Coronango declararon públicamente desconocer el contenido de las bolsas localizadas dentro del vehículo.
