Tras 40 días de intensa búsqueda, fue localizado sin vida Fisher Rodrigo Gutiérrez, un adolescente de 14 años reportado como desaparecido desde el 22 de marzo en Villazón, Potosí, Bolivia.
Su cuerpo fue encontrado en el río Penitencia, en un estado avanzado de descomposición, aunque aún vestía su uniforme escolar: una chamarra azul marino con líneas blancas y tenis blancos.
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El caso ha generado indignación tanto por la edad del menor como por las sospechas de que el adolescente desaparecido fue víctima de un asesinato relacionado con un ritual. Según el Observatorio de Trata de Personas, junto a los restos se hallaron elementos asociados a prácticas tradicionales, como hierbas (k’oas), alas de gallina, cigarros e hilo blanco. No obstante, se espera un análisis forense y antropológico que confirme la naturaleza de estos objetos.
La autopsia practicada al cuerpo reveló una muerte violenta. El fiscal departamental de Potosí, Gonzalo Aparicio, informó que Fisher Rodrigo falleció por fractura de bóveda craneal, traumatismo craneoencefálico y múltiples contusiones.
La familia del menor veló sus restos frente a la Fiscalía como acto de protesta, exigiendo justicia y respuestas claras sobre el caso. Posteriormente, fue sepultado entre manifestaciones comunitarias que denunciaron irregularidades en la investigación, como la ausencia del médico forense local y el traslado del cuerpo a otra ciudad.