La indignación crece en Santo Domingo Atoyatempan, junta auxiliar de Atlixco, donde familiares, amigos y vecinos despidieron entre lágrimas a Abigail N., una joven campesina de 29 años, víctima de feminicidio, hallada sin vida el pasado 13 de mayo en el domicilio de un compañero de trabajo. Su cuerpo presentaba múltiples heridas de arma blanca.
Aunque en un inicio las autoridades informaron que la mujer no había sido reclamada, ahora los familiares han alzado la voz y revelado un contexto aún más alarmante: Abigail fue víctima de abuso desde que era menor de edad, y en su entorno en la junta auxiliar de Atlixco, “todos sabían, pero nadie hizo nada”.
➡️ Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de DIARIO CAMBIO
“Siempre fue una joven callada, retraída… pero nadie se preguntó por qué”, relató una vecina durante el sepelio.
Esa historia de silencio, dolor y omisión terminó de forma brutal.
El día del hallazgo, dos hombres se encontraban en el inmueble. Uno de ellos fue detenido por la policía municipal, mientras que el otro logró darse a la fuga. Hasta ahora, no se ha hecho público ni el móvil del crimen ni la identidad de los implicados.
La familia de Abigail denuncia que hubo irregularidades en las primeras diligencias, incluida una preocupante falta de comunicación por parte de las autoridades en Atlixco, lo que complicó la identificación del cuerpo.
Vecinos del poblado exigen justicia y que este caso no quede sepultado en el olvido, como tantas historias de mujeres violentadas. La Fiscalía General del Estado ha confirmado la apertura de la carpeta de investigación y la detención de un sospechoso, pero la información oficial permanece escasa.
El feminicidio de Abigail reabre heridas profundas: las de una comunidad que, por años, eligió no mirar.
