La noche del martes 12 de agosto, la tranquilidad de la tercera sección de Tehuitzingo se vio interrumpida por una serie de detonaciones de alto calibre, que vecinos y testigos relacionan con una persecución armada.
El hecho dejó como saldo al menos una unidad abandonada y dos camionetas con múltiples impactos de bala.
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Se hablaba al principio que se trató de una persona sin vida que habían ejecutado pero después se supo que no hubo fallecidos pero sí dos personas lesionadas.
Los hechos comenzaron cuando una camioneta, presuntamente perseguida, circulaba por calles de la zona y dejaron frente a una tienda de abarrotes.
Minutos después, la balacera se extendió hasta las inmediaciones de una gasolinera, cerca del puente que conecta con Acatlán.
El tema pudo haberse originado por peleas entre células delincuenciales.
Videos difundidos en redes sociales muestran el eco de los disparos y el nerviosismo de transeúntes y automovilistas, que buscaron refugio en comercios y viviendas. Algunos negocios cerraron de forma preventiva esa noche y la mañana siguiente.
En el lugar, las autoridades aseguraron dos vehículos con visibles daños por arma de fuego y levantaron indicios balísticos para la investigación.
Aunque circulan versiones sobre una persona fallecida y al menos dos heridos que habrían escapado antes del arribo policial, no existe confirmación oficial de las víctimas ni del móvil del ataque.
Habitantes expresaron su preocupación por la proximidad de la feria local y exigieron mayor presencia de seguridad.
“Señor presidente municipal, ponga orden; hasta las balas llegaron a su casa. No hay respeto”, reclamó una vecina que pidió anonimato.