La décima audiencia del juicio por el feminicidio de la activista Cecilia Monzón, celebrada este miércoles 30 de abril, fue suspendida debido a la renuncia del abogado defensor de Jair N, uno de los presuntos autores materiales del crimen. La renuncia, presentada entre la noche del 29 y la mañana del 30 de abril, se atribuyó a ‘diferencias irreconciliables’ con su cliente.
Esta situación ha generado un nuevo retraso en el proceso judicial, ya que no se pudo desahogar ninguna prueba durante la audiencia. La próxima sesión se ha reprogramado para el 11 de mayo, en espera de que Jair N designe un nuevo abogado o se le asigne un defensor de oficio.
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Helena Monzón, hermana de la víctima, expresó su indignación por la falta de sanciones hacia el abogado que renunció y señaló que esta situación representa una re victimización para su familia. A través de sus redes sociales, manifestó que “iniciar un juicio no significa estar más cerca de la justicia”, debido a los constantes obstáculos procesales que enfrentan.
Una serie de aplazamientos que prolongan la sentencia
Este nuevo aplazamiento se suma a una serie de suspensiones anteriores en el juicio, ya que, desde el inicio el proceso ha enfrentado múltiples interrupciones que han alargado significativamente los tiempos para el desahogo de pruebas. La suspensión de la audiencia número 10 no es un hecho aislado. Tan solo el pasado 14 de abril, la audiencia programada fue aplazada debido a que el abogado del mismo Jair N presentó una incapacidad médica de última hora. En esa ocasión, Helena Monzón denunció la estrategia de dilación como una forma de re victimización.
Además, desde que inició el juicio, diversas audiencias se han extendido por problemas logísticos, ausencia de defensores o retrasos para el desahogo de testimonios, lo que ha provocado que el número de sesiones se multiplique considerablemente. Helena ha sido insistente en que estos ‘formalismos procesales’ están siendo utilizados por las defensas para obstaculizar el acceso a la justicia, sin que el tribunal imponga sanciones ejemplares a quienes incurren en estas prácticas.
“Ver cómo se te incrementa por ocho el número de audiencias es mentalmente agotador”, expresó recientemente en una de sus intervenciones públicas, visiblemente frustrada por la lentitud con que avanza el juicio. El proceso, que inicialmente se esperaba concluir en menos de dos meses, ahora apunta a prolongarse al menos hasta finales de mayo.