La Secretaría de Seguridad Pública de Puebla investiga si el asesinato del policía municipal Osmar Manuel Rossano Cruz, ocurrido la madrugada del lunes en Izúcar de Matamoros, fue una represalia directa por su participación en un operativo contra el narcomenudeo realizado días antes.
El vicealmirante Francisco Sánchez González, titular de la dependencia, confirmó que el agente había intervenido en un cateo efectuado el pasado jueves 5 de junio, en el que se logró la detención de presuntos distribuidores de droga.
➡️ Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de DIARIO CAMBIO
Apenas cuatro días después, mientras el oficial regresaba a su domicilio tras asistir a la Feria del Elote en la junta auxiliar de Matzaco, lo interceptaron y atacaron a balazos por sujetos armados. Aunque lo trasladaron aún con vida a un hospital de la región, perdió la vida poco después.
“Estamos evaluando si fue alguna repercusión por la detención que él llevó a cabo el día jueves; puede estar relacionado”, declaró el secretario durante una entrevista con medios, en la que señaló que la Fiscalía General del Estado ya abrió una carpeta de investigación para esclarecer el crimen y confirmar si existe conexión directa entre ambos hechos.
La ejecución del oficial generó preocupación entre los cuerpos de seguridad que operan en la zona, donde en las últimas semanas se ha intensificado la presencia del narcomenudeo y se han documentado varios hechos violentos. La línea que apunta a una posible venganza organizada reabre el debate sobre la exposición que enfrentan los elementos de seguridad municipales en regiones con fuerte actividad criminal.
Hasta ahora, no se ha informado sobre detenidos ni avances concretos, pero el caso ya presentaron en la mesa estatal de seguridad para su seguimiento. Osmar Manuel Rossano Cruz estaba asignado como policía municipal en Izúcar y contaba con una hoja de servicio activa; el día de su asesinato no se encontraba en funciones.
El hecho revive la tensión latente entre las corporaciones policiacas y los grupos delictivos locales, y subraya la urgencia de reforzar los esquemas de protección para los agentes que participan en operativos de alto riesgo.
