Un conductor de aplicación fue acusado de supuesto violador y agredido por un grupo de tres jóvenes, quienes lo bajaron con engaños de su unidad para golpearlo al sur de la ciudad de Puebla, cerca de San Ramón. Sin embargo, al momento de pedir apoyo a la Policía, los oficiales insistieron en que se trataba de una riña y le advirtieron que, si sabía lo que le convenía, debía limitarse a aceptar dinero.
A través de las redes sociales fueron difundidos videos que muestran el conflicto ocurrido durante la noche en inmediaciones del Infonavit San Ramón. En el lugar se registró una intensa movilización policiaca luego de que un conductor de aplicación persiguiera a los tres jóvenes, quienes se negaban a pagarle el viaje.
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De acuerdo con el testimonio de la hija del chófer, todo comenzó cuando una joven solicitó un viaje a San Ramón, destino al que la llevó el conductor. Sin embargo, al llegar al sitio acordado, la mujer le pidió que realizara otro viaje a un punto más alejado, pues ahí la esperaba su novio para pagarle.
Al llegar al segundo destino, se acercó un joven y le indicó a la mujer que bajara rápido. El chófer solicitó el pago del viaje, que ascendía a 190 pesos, a lo que los jóvenes respondieron que sí, pero que lo acompañara a uno de los edificios. Cuando el conductor accedió, los jóvenes comenzaron a correr y a gritar que el chófer intentaba violar a la joven. Uno de ellos intentó acuchillarlo, pero, por fortuna, no lo logró y únicamente le propinaron algunos golpes.
De inmediato, vecinos salieron con palos y tubos para agredir al conductor tras haber sido acusado de violador. No obstante, en ese instante llegaron patrullas de la Policía Municipal y comenzaron a interrogar a ambas partes.
Uno de los jóvenes, con actitud altanera y violenta, encaró al conductor, quien en todo momento mostró tranquilidad y relató su versión de los hechos. Sin embargo, los oficiales hicieron caso omiso de la agresión y le indicaron que aceptara el dinero del viaje y dejara el asunto ahí, pues lo tratarían como una simple riña. De lo contrario, advirtieron, todos serían puestos a disposición y perderían tiempo.
Al parecer, los oficiales presentes en San Ramón tomaron esa postura de presión hacia el conductor porque uno de los jóvenes agresores es allegado a un elemento policíaco. Por ello, los familiares de la víctima no descartan que esa relación haya influido en el intento de intimidación al conductor de la plataforma.
Las víctimas piden la intervención de los superiores de los patrulleros que llegaron a bordo de las unidades PDLC-512, PDLC-479 y PDLC-330.
