Luego de que DIARIO CAMBIO exhibió el caso de Rafita, el menor que fue encontrado enterrado en el patio de su domicilio ubicado en la colonia Playas del Sur, fuentes revelaron a este portal que la madre biológica del menor sí lo buscó en su momento, pero su padre -con quien mantenía la custodia compartida del pequeño de 12 años-, le hizo creer que su hijo no quería saber nada de ella.
Por ello ahora también exige una explicación para saber qué fue lo que pasó con su hijo, pues vecinos le confirmaron que era víctima de violencia y hasta lo obligaban a trabajar.
Teresa N es el nombre de la madre biológica de Rafael Huerta Vega, el menor que desapareció misteriosamente en el 2020 y sus restos fueron localizados cinco años después, enterrados en el patio del domicilio donde vivía con su padre Alfredo N en la colonia Playas del Sur, en la ciudad de Puebla.
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Fuentes cercanas al caso, revelaron algunos detalles de la entrevista que mantuvieron con la madre biológica de Rafita, quien, de un inicio, se especuló que había abandonado a su pequeño y por ello vivió un tiempo con su abuela paterna y después, con su papá Alfredo N y su madrastra, María.
El 11 de octubre del 2020, la madre de Rafa, declaró ante las autoridades que el día seis, de ese mismo mes, se comunicaron con ella para avisarle que su hijo había desaparecido tras haber acudido a la tienda a comprar unos frijoles pero ella ya no supo más, pues cuando intentó comunicarse con Alfredo N para saber más detalles de dicha desaparición, él dejó de contestar llamadas y mensajes.
Rafita vivía con su abuela pero tuvo que dejarla durante la pandemia
En la misma conversación, Teresa N explicó que, en marzo del 2020, su hijo decidió irse a vivir con su abuela paterna de nombre Felicia. La madre de Rafita no tuvo ningún inconveniente pues sabía que su hijo estaría bien ya que él adoraba pasar tiempo con su suegra, sin embargo, tras la llegada de la pandemia, Alfredo N decidió llevarse a su hijo a vivir con él y su nueva pareja sentimental, así como con sus dos hermanastras al domicilio que tenían ubicado sobre la calle Río Grijalva de la colonia Playas del Sur.
Al siguiente mes, Teresa N únicamente tuvo contacto con su hijo en tres ocasiones, pues no le permitieron verlo más veces; supuestamente, a Rafa lo manipularon y amenazaron para que le dijera a su mamá que ya no lo buscara más, que él estaba muy contento con su nueva familia y después, aunque ella trató de hablar con él, su papá, Alfredo N ya no volvió a comunicárselo.
Meses después al preguntarle a su suegra por el pequeño, ella comentó que llevaba tiempo sin saber de él, al parecer fue en junio cuando Felicia N vio por última vez con vida a su nieto, situación que comenzó a intranquilizarla pero fue hasta cuatro meses después -en octubre- cuando se levantó formalmente la denuncia por la desaparición de Rafita.
FGE y Comisión de Búsqueda de Personas realizaron trabajos de investigación
Durante todos estos años transcurridos sin tener noticias de Rafael, tanto la Fiscalía del Estado como la Comisión de Búsqueda de Personas realizaron diligencias y actos de investigación para dar con el paradero del menor, o en su defecto, saber qué había sucedido con él.
Sin embargo en ninguna de estas pesquisas lograron encontrarlo pero sí dieron con información de suma importancia, pues algunos vecinos confesaron que Rafita era víctima de violencia familiar por parte de su padre y madrastra, quienes supuestamente, lo agarraban a cinturonazos y además, lo obligaban a vender gelatinas al sur de la ciudad, siendo insistente con las personas para que le compraran sus productos. En otras ocasiones, lo veían trabajando en algunas obras.
De hecho, uno de los testimonios aclaró que días antes que fuera reportado como desaparecido, escucharon mucho movimiento en el patio del domicilio donde vivía Rafita, incluso, a lo lejos, alcanzaron a ver que Alfredo N estaba cambiando de lugar todo lo que se encontraba en el patio, lo que de inmediato, hizo que personal de la Comisión de Búsqueda de Personas, Bomberos del Estado con binomios caninos, policías y otras autoridades intervinieran, logrando encontrar restos óseos correspondientes a un infante, mismos que, horas después, se comprobó que pertenecían a Rafita, situación que en su momento, dio a conocer DIARIO CAMBIO, al igual que, la fuga del padre y madrastra del menor, quienes hasta el cierre de esta edición, permanecen sin ser localizados.