Después de siete años del asesinato de Arturo Castagne, la historia se volvió a repetir con Stanley Ho: desde el modus operandi de los criminales hasta quiénes estarían detrás, la peligrosa banda de robarelojes que opera en la zona de Angelópolis en busca de artículos ostentosos de alta gama.
El asesinato del estadounidense Stanley Ho, ocurrido el fin de semana, nos remonta al caso de Arturo Castagne en 2018, un joven de 20 años de edad que fue privado de la vida afuera del hotel Camino Real por un criminal que lo persiguió desde el centro comercial Angelópolis para robarle un reloj Rolex.
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El modus operandi fue el mismo en ambos casos. Lo único que cambió fue el lugar donde atacaron a las víctimas y, desde luego, los responsables, pues en el primer caso se sabe que el criminal que mató a sangre fría a Arturo Castagne fue identificado como Gael y sentenciado a 35 años de cárcel.
Se tiene conocimiento de que la banda de robarelojes que opera en la zona de Angelópolis puede acechar a sus víctimas durante varias horas; es decir, pueden perseguirlas durante bastante tiempo con tal de conseguir su objetivo: despojarlas de un reloj de alta gama y, en el peor de los casos, matarlas a balazos si se oponen a entregar un Rolex o un Cartier, marcas de los artículos que han costado la vida de Arturo y Stanley.
La similitud en ambos crímenes deja al descubierto que podría tratarse de la misma banda de colombianos o venezolanos que impera en Angelópolis, pues los sicarios (que comúnmente andan en moto) esperan hasta que las víctimas lleguen a su destino para atacar.
Con Arturo, esperaron a que estuviera a punto de entrar al hotel donde se hospedaba, ya que era un turista en Puebla. En el caso de Stanley, aguardaron hasta que estuviera por abordar su camioneta y, sin más, le dispararon para conseguir el reloj.
