La mujer detenida tras una pelea al término del concierto de la Banda El Recodo en Izúcar de Matamoros ya fue identificada: se trata de Patricia P, una maestra en funciones en el municipio de Tepeojuma, quien además portaba un arma de fuego en el momento de su detención.
Concierto de Banda El Recodo en Izúcar de Matamoros termina en riña y con una mujer detenida#diariocambio #puebla pic.twitter.com/Q4LrlGlGMj
— Diario Cambio (@Diario_Cambio) July 26, 2025
El hecho ha generado inquietud entre padres de familia de la comunidad escolar donde labora, quienes exigen a las autoridades educativas que se revise su situación laboral y antecedentes. Consideran que portar un arma, más aún en un evento masivo y bajo los efectos de una riña, debe ser motivo suficiente para iniciar una investigación administrativa y posiblemente suspenderla de sus funciones.
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La noche del viernes que prometía ser festiva, con la presentación de la Banda El Recodo y un jaripeo organizado por el presidente municipal Eliseo Morales, terminó marcada por la violencia. Tras concluir el concierto y en medio de una zona anegada por la lluvia, se desató una pelea entre asistentes. En ese momento, según testigos, una persona —ahora identificada como la docente— sacó un arma, generando pánico entre los presentes.
Elementos de Seguridad Pública intervinieron rápidamente para controlar la situación. No se reportaron personas lesionadas, pero el incidente elevó el nivel de alerta y dejó al descubierto el estado de vulnerabilidad que enfrentan los asistentes a este tipo de eventos masivos.
Hasta el momento, ni el Ayuntamiento de Izúcar de Matamoros ni los organizadores del evento han emitido postura alguna. El baile fue convocado por el propio edil Eliseo Morales, quien en otras ocasiones ha declarado públicamente que prefiere organizar este tipo de espectáculos con grandes bandas, “a que se roben el dinero”, según sus palabras.
No obstante, los hechos recientes abren el debate sobre la pertinencia y la seguridad de estas celebraciones, sobre todo en un municipio que aún enfrenta carencias estructurales como la falta de alumbrado público, servicios básicos o vigilancia comunitaria.
Ahora, el foco también recae sobre el sistema educativo de Tepeojuma, donde se exige transparencia y medidas concretas ante el comportamiento de una docente que, fuera del aula, se vio implicada en un hecho de alto riesgo.