La vida de Juan Diego, un joven de apenas 15 años, se apagó el pasado sábado 19 de abril tras luchar durante varios días contra las graves lesiones provocadas por un accidente vial en Ahuatlán.
El adolescente fue embestido por una patrulla municipal mientras circulaba en motocicleta por las calles de San Lucas Tejaluca, comunidad perteneciente a Ahuatlán.
El hecho ocurrió el 9 de abril y, desde ese día, Juan Diego permaneció hospitalizado en la ciudad de Puebla, con un diagnóstico crítico: traumatismo craneoencefálico severo y edema cerebral.
A pesar de los esfuerzos médicos, su cuerpo no resistió.
Su muerte no fue informada oficialmente, sino hasta el lunes 21 de abril, cuando medios estatales difundieron la noticia, generando una oleada de indignación en la comunidad.
El gobierno municipal, encabezado por Baldomero Lezama León, no ha emitido ninguna postura pública sobre el caso, lo que ha profundizado el descontento entre los habitantes de Ahuatlán.
La Fiscalía General del Estado de Puebla ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos.
Mientras tanto, el nombre de Juan Diego resuena entre los vecinos de su comunidad, que exigen justicia y respuestas en medio de un dolor que ha quedado marcado por la ausencia de una respuesta institucional clara.