A una semana del doble homicidio de dos jóvenes en inmediaciones de la Laguna de San Baltazar en Puebla, los responsables de asesinar a machetazos a Víctor y de atropellar a Irving tras un conflicto vial continúan prófugos. Las familias de las víctimas claman a las autoridades para que el caso no quede impune.
Tres sujetos, presuntamente en estado de ebriedad, que provocaron la muerte de Irving (18 años) y Víctor (33), siguen sin ser identificados ni detenidos por las autoridades. Según lo informado por la familia de una de las víctimas, la única información disponible es que los agresores escaparon a bordo de una camioneta de color azul, cuyas placas no son visibles en las grabaciones de las cámaras de vigilancia que documentaron la riña.
El lento avance en la investigación genera una profunda preocupación entre los deudos, quienes temen que la muerte de ambos jóvenes quede en la impunidad. A una semana de los hechos, las autoridades no han proporcionado a las familias ninguna actualización o detalle significativo referente al caso.
Ante la falta de resultados, la hermana de Víctor comentó a este medio: “La verdad es que aún no los han agarrado, si puede seguir metiendo presión’’.
El hombre del machete tampoco ha sido localizado
Tal y como lo informó Diario CAMBIO, en la riña participaron seis sujetos, incluido un hombre que portaba un machete y que intentó defender a Víctor y a Irving de los agresores. Sin embargo, este individuo tampoco ha sido localizado. Se reportó que su intención era ahuyentar a los atacantes, pero la situación se descontroló cuando el arma blanca se le cayó de las manos y uno de sus rivales la tomó para herir mortalmente a Víctor en la cabeza.
Diario CAMBIO tuvo comunicación con la familia del fallecido Víctor, quienes precisaron que, aunque el conocido del joven no fue el responsable directo de las muertes, tampoco ha dado la cara ante los deudos para detallar cómo ocurrieron los hechos ni para explicar por qué se encontraba armado. Se especula que su ausencia podría deberse al cargo de conciencia de que su compañero murió con el machete que él mismo portaba.
Por todo lo anterior, las familias de Víctor e Irving exigen a la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla que no deje el caso en el olvido. El temor a posibles represalias aumenta, ya que el hecho de que los responsables no estén identificados implica que circulan libres, amparados por la impunidad.
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