Puebla se colocó entre las seis entidades del país que lograron disminuir el número de tomas clandestinas en ductos de hidrocarburo durante los primeros nueve meses de 2025 al registrar una caída del 27.55% respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el último reporte del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), con cifras oficiales de Pemex.
Entre enero y septiembre de 2024, el estado acumuló 432 piquetes a la red de transporte de hidrocarburos, y para el mismo periodo de este año, el número descendió a 313, lo que representa 119 casos menos y confirma a Puebla como uno de los territorios que ha contenido el avance del huachicol.
Además, los datos revelan que, durante este año, se detectó una toma clandestina en territorio poblano cada 20 horas con 59 minutos, un ritmo aún elevado, pero que refleja una reducción sostenida frente al año previo.
Solo seis estados lograron reducir el huachicol
De las 20 entidades donde Pemex registró actividad de robo de combustible, únicamente seis presentaron reducciones.
La lista la encabeza Durango, que logró una reducción del 71.43 por ciento, seguida por Tamaulipas (-56.61%), Coahuila (-47.36%), Nuevo León (-40.63%) y la Ciudad de México (-33.33%).
El recorte de Puebla es significativo si se compara con estados que mantienen incrementos considerables, como Tabasco, que pasó de 2 a 133 tomas clandestinas (un salto de 6,550%), o Chihuahua, que subió 43.5%, además de entidades como Sinaloa, Sonora, Oaxaca y Querétaro, que también tuvieron aumentos.
Hidalgo y Jalisco siguen en la cima del robo de combustible
A pesar de su ligera variación positiva de 0.37%, Hidalgo continúa encabezando el listado nacional con 1,918 tomas clandestinas acumuladas en 2025, equivalente a la detección de una cada cuatro horas con 25 minutos.
Le sigue Jalisco, con 1,325 piquetes, aunque este estado sí logró una reducción de 9.43% frente a 2024.
Aunque la disminución registrada por Puebla lo coloca entre los estados con mejores resultados, la entidad continúa en el noveno lugar nacional por volumen de incidencias, además, el ritmo de una toma clandestina cada 21 horas evidencia que la problemática persiste como un reto de seguridad y control de ductos.
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