La ejecución de los nueve jóvenes cuyos cuerpos fueron hallados en la carretera Tehuacán-Oaxaca podría estar vinculada a un robo de medio millón de pesos que los habría puesto en la mira de una red criminal con conexiones en distintos niveles.
Las investigaciones señalan que este grupo de jóvenes habría participado en un atraco de gran escala, pero su víctima no era cualquier persona: aparentemente se trataba de alguien que se dedicaba al mismo giro. De acuerdo con fuentes cercanas al caso, este robo desató una serie de represalias que terminaron con su ejecución.
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Las pesquisas apuntan a que detrás de este entramado estaba “El Jocha”, empresario y dueño de un hotel en Huatulco con el mismo nombre que el representante del mismo quien presuntamente reclutaba jóvenes para cometer robos en la zona contra turistas y cuentahabientes.
En las semanas previas al hallazgo de los cuerpos, se había registrado un incremento en los asaltos en la región, lo que llevó a las autoridades a sospechar de una estructura bien organizada. La ejecución de los jóvenes no habría sido un caso aislado, sino una represalia directa tras un atraco en el que lograron hacerse con medio millón de pesos.
La investigación también involucra a policías municipales, quienes presuntamente brindaban protección a esta red delictiva o, al menos, tenían conocimiento de sus operaciones.
El asesinato del empresario poco antes del hallazgo de los cuerpos refuerza la hipótesis de que las víctimas robaron a la persona equivocada.
