Una ola de violencia ha sacudido al estado de Puebla tras el descubrimiento de un total de 15 cadáveres en dos hechos distintos ocurridos en menos de una semana, los hallazgos se registraron en los municipios de Cañada Morelos y Nopalucan de la Granja, este último en los límites con Tlaxcala.
El macabro conteo inició con la fosa de Cañada Morelos el pasado domingo 30 de noviembre, en donde se hallaron ocho cuerpos desmembrados en un barranco. Este municipio es bastión político del PRI y es gobernado por la alcaldesa Laura Sánchez Benítez.
Los cuerpos fueron localizados en un barranco ubicado entre las localidades de Llano Grande Ahuatepec y San Miguel Cuesta Chica, donde inicialmente se reportaron seis, pero la cifra final confirmada fue de ocho.
Los restos aún no identificados, presentaban un avanzado estado de descomposición, con indicios de haber sido devorados por la fauna local, además de ser encontrados desmembrados, embolsados, amarrados y emplayados.
Las labores de extracción, a cargo de rescatistas de la Cruz Roja delegación Tehuacán, iniciaron hasta el lunes 1 de diciembre, debido a la complejidad del rescate, pues los cuerpos se ubicaban a unos 30 metros de profundidad.
Elementos del Ejército, la Guardia Nacional, corporaciones estatales y agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla resguardaron el sitio para realizar las primeras diligencias e investigaciones.
Siete cuerpos en Nopalucan: víctimas de un “levantón”
La tarde del miércoles 3 de diciembre, las autoridades recibieron un nuevo reporte al 911 sobre el descubrimiento de al menos siete cadáveres en una barranca ubicada en el municipio de Nopalucan de la Granja, en los límites con San Pablo Zitlaltepec, Tlaxcala.
La cercanía con Tlaxcala provocó que elementos de seguridad de esa entidad acudieran al sitio, tras el reporte de un campesino de Zitlaltepec que observó un torso y otras extremidades. La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Tlaxcala notificó a las autoridades de Puebla para que asumieran la investigación en su jurisdicción.
Entre los cuerpos hallados se logró identificar a Antonio Delgado Figueroa, de 54 años, y a los hermanos José Luis y César Tlapanco Miranda, de 31 y 24 años, respectivamente. Todos ellos contaban con reporte de desaparición desde el 27 de noviembre en la junta auxiliar de San José Carpinteros, perteneciente a Tepeaca.
Se presume que las víctimas fueron privadas de su libertad por un comando armado que opera en Tepeaca y una camioneta Ford Explorer blanca, asegurada previamente en Xaloztoc, Tlaxcala, resultó ser la clave del caso.
El vehículo contenía identificaciones de las víctimas, cartuchos útiles y otros indicios que la vinculan directamente con las desapariciones de los tres hombres el 27 de noviembre, ligando así los crímenes de Nopalucan.
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