Andrés Manuel López Beltrán, hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador y actual secretario de Organización de Morena, denunció haber sido víctima de espionaje político durante un reciente viaje a Japón, luego de que se filtraran fotografías de sus vacaciones en redes sociales.
En una carta aclaratoria publicada la noche de este martes, López Beltrán respondió a las críticas sobre su viaje internacional, negando haber utilizado recursos públicos o medios oficiales.
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Aseguró que su traslado fue en vuelos comerciales y que se hospedó en un hotel de 7,500 pesos por noche, “incluido el desayuno”.
“Mis adversarios y los hipócritas conservadores mandaron a sus espías a fotografiarme y acosarme”, escribió en el documento difundido en plataformas oficiales del partido guinda.
Las imágenes que dieron pie a la polémica fueron publicadas por el periodista Claudio Ochoa, quien difundió fotografías de López Beltrán en Japón, acompañado de Daniel Asaf, exjefe de la Ayudantía presidencial durante el sexenio de AMLO.
López Beltrán calificó la cobertura de su viaje a Japón como parte de una “campaña de linchamiento político impregnada de odio, clasismo y calumnias”, y arremetió contra lo que denominó el “hampa del periodismo”, retomando el lenguaje característico de su padre para referirse a los medios críticos.
La presidenta Claudia Sheinbaum no ha hecho declaraciones específicas sobre el caso de López Beltrán, pero reiteró en días recientes el llamado a vivir en la “justa medianía”, una expresión que remite tanto a Benito Juárez como al propio López Obrador, en referencia a los valores del movimiento de la Cuarta Transformación.
Por su parte, Claudio Ochoa ha defendido la publicación de las imágenes bajo el argumento de transparencia y del derecho a saber de los ciudadanos, cuando se trata de figuras políticas con responsabilidad pública o influencia en el gobierno.