Bajo la dirigencia de Fedrha Suriano, Movimiento Ciudadano se desfondó, al pasar de gobernar 15 Ayuntamientos en el 2021, a solo diez en el 2024 de los cuales sólo quedan siete, tras la detención de los alcaldes caciques Uruviel y Giovanni González Vieyra de Ciudad Serdán y Tlachichuca respectivamente, además de Ramiro González Vieyra de San Nicolás Buenos Aires, quién se encuentra prófugo.
Entre 2017 y 2023, bajo la dirigencia de Fernando Morales Martínez, MC experimentó un crecimiento significativo en el estado de Puebla. En las elecciones de 2021, el partido logró la victoria en 15 de los 217 ayuntamientos del estado, destacando municipios como Chalchicomula de Sesma (Ciudad Serdán), Tlachichuca, Amixtlán, Jopala, San Gregorio Atzompa, Calpan y Atzitzintla.
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En 2024, aunque la cifra disminuyó a 10 municipios, MC se consolidó como la tercera fuerza política en la entidad, superando al PRI y al PVEM en número de alcaldías
Bajo la dirigencia de Soriano Corrales, se ha visto particularmente un declive marcado por la detención de varios de sus líderes municipales que ha afectado tanto la estabilidad del partido como la confianza de sus seguidores.
A esta problemática se suma el caso de Ramiro González Vieyra, alcalde de San Nicolás Buenos Aires, quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia.
El impacto de estas situaciones no solo ha sido político, sino también social. Debido a que los municipios de Chalchicomula de Sesma conocido como Ciudad Serdán y Tlachichuca han sido intervenidos por el Congreso del Estado creando Concejos Municipales para tener gobernabilidad.
El debilitamiento de Movimiento Ciudadano bajo la dirigencia de Suriano no se limita únicamente a los casos de corrupción y las detenciones. También refleja un problema estructural más profundo, en el que la falta de liderazgo y cohesión dentro del partido ha sido cada vez más evidente.
A pesar de haber sido una opción política con un discurso renovador en el pasado, el partido se enfrenta ahora a un panorama complicado que podría poner en riesgo su permanencia en las siguientes elecciones locales si no se toman medidas urgentes para recuperar su imagen y su base de apoyo.
La situación de Movimiento Ciudadano es un claro reflejo de cómo las crisis internas y los escándalos de corrupción pueden derrumbar la credibilidad de un partido político, incluso cuando este se presenta como una alternativa a los partidos tradicionales.