El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, afirmó que la entidad continúa enfrentando las secuelas de prácticas delictivas arraigadas en administraciones pasadas, particularmente en lo relacionado con el robo de hidrocarburos.
En conferencia de prensa desde la Ciudad de México, el mandatario señaló que la “tolerancia institucional” que prevaleció durante años permitió que diversos grupos delictivos se consolidaran en las regiones hoy conocidas como el “triángulo rojo”.
Sin mencionar nombres, el gobernador Alejandro Armenta recordó que personajes que actualmente enfrentan acusaciones públicas por presuntos vínculos con redes de “huachicol” surgieron precisamente bajo ese contexto de permisividad.
El gobernador subrayó que la falta de controles, la complicidad municipal y el encubrimiento oficial contribuyeron a que el robo de combustible se convirtiera en una práctica común en varias localidades del estado.
“El viejo régimen convirtió al gobierno estatal en un aparato protector de delincuentes; se volvió normal que autoridades municipales estuvieran vinculadas al narcomenudeo, a la extorsión y al robo de hidrocarburos”, expresó.
Armenta añadió que, pese al avance institucional, aún se observan expresiones de conductas delictivas en algunos municipios, herencia directa de aquella época de impunidad.
No obstante, destacó que, a diferencia de ese periodo, su administración implementa una estrategia coordinada con autoridades federales para combatir de manera frontal el robo de combustible.
El mandatario aseguró que estos esfuerzos han sido reconocidos por Petróleos Mexicanos (Pemex), gracias a la reducción de tomas clandestinas y al desmantelamiento de células dedicadas al “huachicol”.
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