Durante la misa dominical celebrada en la Catedral de Puebla, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa alzó la voz una vez más frente a la dura realidad que enfrenta el país. “Los problemas nos aplastan”, expresó al referirse a la creciente ola de violencia, así como a otras problemáticas que se han intensificado, como la falta de empleo y el deterioro del tejido social.
El líder de la Iglesia católica en Puebla pidió orar por las víctimas de la violencia, en especial por Gabriel Hernández, activista asesinado recientemente en Sonora, y por todas las personas que han perdido la vida de forma trágica.
“Oramos por la paz de México y por quienes han muerto injustamente”, expresó desde el púlpito.
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Este llamado adquiere un significado especial en el contexto actual, ya que Víctor Sánchez Espinosa se encuentra próximo a retirarse del cargo, tras más de 14 años al frente de la Arquidiócesis de Puebla.
Aunque aún no se ha oficializado la fecha de su retiro, se espera que su sucesor sea designado próximamente.
Durante su homilía, el arzobispo también exhortó a los fieles a no perder la fe frente a las adversidades, recordando que la esperanza es un pilar esencial en tiempos de incertidumbre.
“Como sociedad estamos cargando muchas cruces, pero no debemos acostumbrarnos a vivir con miedo o desesperanza”, añadió.
El mensaje fue compartido ante una Catedral llena, con la presencia de familias que, como cada domingo, acudieron a misa en busca de consuelo espiritual.