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Cumple Armenta en su primer Grito como Gobernador y Julión reunió a 40 mil poblanos

Las puertas del balcón principal se abrieron y el gobernador apareció con la bandera de México en alto flanqueado por el alcalde capitalino ambos acompañados por sus esposas
Cumple Armenta en su primer Grito como Gobernador y Julión reunió a 40 mil poblanos
Cumple Armenta en su primer Grito como Gobernador y Julión reunió a 40 mil poblanos

Desde las 11:00 de la mañana, horas antes de que comenzara la ceremonia, Alejandro Armenta Mier ya caminaba por los pasillos del Palacio Municipal. Era su primer Grito de Independencia como gobernador, y no quería dejar margen al error: ensayó su discurso en el Salón de Cabildo, repasando nombres y arengas que más tarde resonarían ante miles de personas reunidas en el Zócalo de Puebla.

A las 23:01 horas, las puertas del balcón principal se abrieron y Armenta apareció con la bandera de México en alto, flanqueado por el alcalde José Chedraui Budib. Ambos vestían trajes negros y corbatas rojas; a su lado, sus esposas lucían vestidos del mismo tono, en sintonía con la solemnidad del acto. Era el primer “Grito” en el nuevo sexenio morenista, y el 215 aniversario de la Independencia de México servía de marco.

La ceremonia arrancó al interior del Salón de Cabildo. Posteriormente, el gobernador cruzó el umbral hacia el balcón, hizo sonar la campana y lanzó las arengas que desataron el clamor de la multitud:

—¡Poblanas y poblanos! Con el corazón repleto de emoción alzamos nuestras voces para honrar a quienes con sacrificio nos dieron patria y libertad.

—¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla!

—¡Viva José María Morelos y Pavón!

—¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!

—¡Viva Leona Vicario!

—¡Viva Ignacio Allende!

—¡Viva Aldama!

—¡Viva Vicente Guerrero y Victoria!

Luego sumó arengas propias, con un sello local y actual:

—¡Vivan las y los héroes anónimos que forjaron nuestra historia!

—¡Viva la cuatro veces heroica Puebla de Zaragoza!

—¡Viva el Humanismo Mexicano!

—¡Vivan nuestros pueblos originarios y nuestro pasado prehispánico!

—¡Vivan nuestros hermanos migrantes!

—¡Vivan cada uno de ustedes, que honran a Puebla todos los días con amor, honestidad, trabajo y esfuerzo!

—¡Vivan las mujeres!

—¡Viva nuestra presidenta de México!

—¡Viva la Independencia nacional!

—¡Viva Puebla!

—¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!

Tras el acto protocolario, Armenta, su esposa Ceci Arellano, el alcalde José Chedraui y su esposa MariElise Budib se unieron a la multitud para presenciar los fuegos artificiales que pintaron el cielo con destellos rojos, verdes y dorados durante más de diez minutos, al ritmo de “Qué chula es Puebla” y “China Poblana”.

El Zócalo estaba colmado. Desde las 18:00 horas, familias enteras comenzaron a ocupar el lugar, degustando antojitos mexicanos en la verbena instalada sobre la avenida Reforma, entre la 16 de Septiembre y la 11 Norte. Otros eligieron el atrio de la Catedral para ver el video mapping que proyectó pasajes del virreinato y de los héroes insurgentes.

Después de más de una década, las fiestas patrias en Puebla tuvieron dos sedes: mientras en el centro se desarrollaba el acto cívico, en el Paseo Bravo miles se preparaban para corear las canciones del cantante Julión Álvarez, quien encabezó el cartel musical de la noche.

La primera ceremonia del Grito de Independencia de Alejandro Armenta quedó marcada por una mezcla de solemnidad y júbilo popular, con el eco de las arengas aun vibrando en la Plaza de Armas.

Cena con sabor poblano

Como parte de los festejos, en el Palacio Municipal se sirvió previo al Grito de Independencia una cena para los invitados a la Gala. En ella, los comensales pudieron disfrutar de una selección de platillos típicos de la cocina mexicana y poblana, cuidadosamente preparados para la ocasión, como una forma de reconocimiento a la gastronomía local.

El menú de platillos principales combinó sabores regionales y del país: la Cochinita Pibil Tradicional, proveniente de la Península de Yucatán; el Pipián Poblano, elaborado con semillas de calabaza y uno de los clásicos de Puebla; y la Tinga de Pollo, sazonada con chiles chilpotles, tomillo y orégano. Tampoco faltó el Mole Poblano, preparado con una mezcla de chiles, semillas y chocolate, ni el Chicharrón en Salsa Verde, acompañado del Arroz Rojo a la Jardinera, ideal para complementar cada bocado con tradición y sabor.

Para cerrar, la selección de postres ofreció delicias que reflejan la identidad dulce de Puebla y México. Entre ellos destacaron el Flan Casero, la Cremita de Vainilla, así como los tradicionales camotes cristalizados y jamoncillos de pepita de calabaza, endulzando la noche y rematando una celebración que conjugó solemnidad, fiesta y la riqueza gastronómica de la región.

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Viridiana Venta

Actual reportera en la fuente de Ayuntamiento en Diario CAMBIO, egresada de la escuela de Comunicación y Ciencias Humanas, ha colaborado en distintos medios como El Popular, E-consulta en el área de...