Cientos de personas que asistieron desde temprano para atenderse con el curandero rumano Mircea Gabriel, se llevaron la sorpresa de que está vez no se presentó en el Paseo Bravo.
Algunas personas llevaban bancos y sombrillas para esperar turno debido a que hasta 500 personas se forman y atienden solamente 30, debido a que su popularidad se ha mantenido pese al cambio de ubicación. Sin embargo, Mircea Gabriel no llegó este lunes 26 de mayo, lo que generó preocupación entre quienes acudieron.
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Mircea Gabriel se presentó como sanador mediante la energía de sus manos. Según su testimonio, descubrió esta habilidad tras un accidente laboral. Comenzó ofreciendo sus servicios en espacios abiertos de ciudades como Mérida y, desde hace dos meses, se estableció en la capital poblana.
El curandero se ubicó junto a la Iglesia de La Compañía, frente al edificio Carolino de la BUAP. Ahí atendió a personas provenientes de diversas ciudades, quienes aseguraron tener mejorías tras las sesiones. Su presencia generó aglomeraciones en esa zona del Centro Histórico. Debido al aumento de asistentes y al reporte de obstrucción en la vía pública, el curandero cambió de lugar.
Ahora atendía en una banca del Paseo Bravo, cerca de una estación del sistema de transporte RUTA. Pero las personas que acudieron esta mañana no lo encontraron y debido a esto causó preocupación entre los formados.
El día de ayer, la Secretaría de Salud emitió un comunicado en el que señaló que este tipo de prácticas que se realizan en la vía pública deben ser reguladas por la autoridad municipal, ya que la dependencia sólo regula servicios como los de fisioterapeutas o quiroprácticos que se ofrecen en establecimientos con aviso de funcionamiento.
Además, advirtió a la población que este tipo de “curaciones” carecen de una base científica y de ninguna forma deben sustituir la atención médica que brindan los profesionales de la salud.
