Mircea Gabriel, el curandero rumano que atrajo a miles de pacientes poblanos a quienes prometía sanarlos con el poder de sus manos, continúa buscando un local para dejar de atender en la vía pública. Sin embargo, acusa que las inmobiliarias le niegan los espacios disponibles, y asegura que esto ocurre porque es un extranjero.
En un video publicado en su cuenta de TikTok, Mircea Gabriel dijo que luego de encontrar un local que le pareció adecuado, el personal de la inmobiliaria le dijo que no aceptan extranjeros y que no contaba con el perfil que ellos están buscando para arrendar el lugar.
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“Hoy encontré un anuncio sobre algún espacio, todo súper okey hasta el momento de hablar con los de la agencia inmobiliaria, que prácticamente me dijeron en la cara que no aceptan extranjeros y me pareció súper extraño. La verdad no me lo esperaba, prácticamente salía del perfil que ellos buscaban desde la primera y eso por ser extranjero”, comentó en el video.
Asimismo, adelantó que muy pronto comunicará a sus pacientes y seguidores cuál será la nueva dinámica que tendrá ahora, para seguir atendiendo a los cientos de personas, tanto de Puebla como de otros estados, que ya se han anotado en la lista de espera para que Mircea Gabriel los cure con sus manos.
“Y aquí andamos ahora buscando y ver exactamente lo que voy a encontrar, así que estén pendientes y regresaré con más más informaciones sobre mi nueva dinámica”, afirmó.
Cabe mencionar que Mircea Gabriel acaparó la atención de Puebla y de México, luego de instalarse en una banca, en plena vía pública, en la Plaza de la Democracia frente al edificio Carolino en el Centro Histórico de Puebla.
En ese lugar, el rumano recibió a sus primeros pacientes, pero al ganar notoriedad sus seguidores se multiplicaron llegando a formar largas filas que, bajo el sol o la lluvia esperaban por horas la oportunidad de ser atendidos por Mircea Gabriel.
Luego de que el fenómeno se desbordara, y que la zona del Carolino se volviera de difícil tránsito para los peatones a causa de las aglomeraciones, el rumano se mudó al Paseo Bravo por recomendación de las autoridades de la capital, done el fenómeno se replicó. Por último, se trasladó al Parque Juárez en la zona de Plaza Dorada, pero ya con la intención de hallar un local para dejar de atender en la vía pública.