En Puebla existen dos Navidades: la de la ciudadanía y la de la élite burocrática. Mientras un trabajador promedio en la entidad recibirá poco más de 2 mil 400 pesos de aguinaldo para celebrar el fin de año, la “burocracia dorada” de organismos autónomos poblanos vivirá una realidad opuesta: funcionarios como Israel Argüello Boy (TEEP), Francisco Fidel Teomitzi (ASE) y Blanca Yassahara Cruz (IEE) cobrarán gratificaciones navideñas que oscilan entre los 173 mil y los 250 mil pesos, cifras exorbitantes que superan por mucho incluso lo que percibirá el propio gobernador del estado.
De acuerdo con el análisis realizado por este medio al Tabulador de Remuneraciones de la Ley de Egresos para el Ejercicio Fiscal 2025, el abismo de desigualdad es evidente. Para un poblano común, de acuerdo a la Secretaría de Economía Federal, un salario promedio ronda los 4 mil 700 pesos, el aguinaldo de ley apenas alcanza para financiar la cena navideña; en contraste, para el Magistrado Presidente del Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP), Israel Argüello Boy, el aguinaldo bruto etiquetado es de 250 mil 490 pesos. Esta cifra equivale a lo que un trabajador promedio tardaría más de cuatro años en ganar con el sudor de su frente.
El documento oficial confirma que Argüello Boy es el funcionario mejor pagado en este rubro, superando por un margen de 73 mil pesos al propio titular del Ejecutivo. Pero el dispendio no para ahí: si al aguinaldo se le suma la prima vacacional de 75 mil 780 pesos que también recibe en este periodo, su “bono navideño” real asciende a más de 326 mil pesos, una cantidad polémica.
La casta dorada de los autónomos
El segundo lugar en la lista de privilegios lo ocupan los consejeros electorales. Blanca Yassahara Cruz García, consejera presidenta del Instituto Electoral del Estado (IEE), tiene asignado un aguinaldo de 191 mil 955 pesos, mismo monto que recibirán sus compañeros consejeros y el secretario ejecutivo.
En la Comisión de Derechos Humanos (CDH), Rosa Isela Sánchez Soya también gozará de una navidad millonaria, a pesar de sus cuestionables resultados y baja efectividad al frente de este organismo. El tabulador desglosa su prestación en dos partes: un aguinaldo base de 26 mil 576 pesos y un “aguinaldo de compensación” de 163 mil 611 pesos, sumando un total de 190 mil 187 pesos. A esto se le agrega un estímulo adicional del 3 por ciento sobre prestaciones, inflando aún más el cheque final.
Por su parte, Francisco Fidel Teomitzi Sánchez, quien funge como Encargado de Despacho de la Auditoría Superior del Estado (ASE), recibirá un aguinaldo bruto máximo de 173 mil 621 pesos. Aunque la cifra es menor a la del Auditor titular (193 mil pesos), sigue siendo una cantidad desproporcionada para el funcionario encargado de vigilar que los ayuntamientos no gasten sin justificar.
El caso de Idamis Pastor Betancourt, fiscal general de Puebla, aunque su salario es alto, su remuneración proporcional ronda entre los 150 mil a los 170 mil pesos, con un aguinaldo de 85 mil 534 pesos, una gratificación de fin de año de 64 mil 194 pesos y una prima vacacional de 16 mil 854 pesos, quedando por debajo de los organismos electorales.
Armenta y su gabinete: más trabajo, menos aguinaldo
El contraste es notorio al revisar las percepciones del gobierno central. El gobernador Alejandro Armenta Mier recibirá un aguinaldo total estimado de 177 mil 356 pesos (integrado por 76 mil nominales y 100 mil de compensación). Esto significa que el Magistrado Electoral, cuya carga de trabajo disminuye en años no electorales, gana casi el doble de aguinaldo que quien lleva las riendas de la seguridad y gobernabilidad de todo el estado.
La brecha se vuelve más aguda con los hombres y mujeres de confianza del gobernador. Funcionarios clave como el Coordinador de Gabinete, José Luis García Parra, recibirán un aguinaldo estimado cercano a los 95 mil pesos. Pese a ser la mano derecha del mandatario y tener bajo su responsabilidad la operación política y administrativa del gobierno; su gratificación decembrina es apenas un tercio de lo que se embolsa el presidente del TEEP.
Misma situación enfrentan secretarios de alto nivel como Manuel Viveros Narciso (Educación) o el titular de Infraestructura. Aunque manejan los presupuestos más grandes y las nóminas más complejas, con miles de maestros y obras bajo su cargo, su aguinaldo se mantiene en el rango de los 110 mil pesos brutos, muy por debajo de los lujos que se permiten los titulares de los organismos autónomos.
Diputados, con aguinaldo “terrenal” de 93 mil pesos
En el Poder Legislativo, la bonanza es moderada comparada con el Tribunal Electoral. Los 41 diputados locales de la LXII Legislatura, quienes perciben una dieta mensual cercana a los 62 mil pesos, recibirán un aguinaldo estimado de 93 mil pesos, correspondiente a los 45 días de salario que marca la ley; aunque la cifra no es menor, se mantiene muy por debajo de los excesos de los organismos autónomos, alineándose más a los tabuladores del Ejecutivo que a los de la “burocracia dorada” judicial.
Esta disparidad se vuelve un abismo al aterrizar las cifras en la realidad de los hogares poblanos. De acuerdo con los reportes más recientes de Data México de la Secretaría de Economía federal, el salario promedio mensual en Puebla ronda apenas los 4 mil 760 pesos, lo que se traduce en un aguinaldo de ley de aproximadamente 2 mil 380 pesos para oficios como empleados de ventas, auxiliares administrativos o trabajadores de apoyo.
Mientras un magistrado electoral recibe lo suficiente para comprar 200 pavos premium o pagar la cena navideña más lujosa para todo un batallón, al trabajador promedio su gratificación apenas le alcanzará para cubrir una cena modesta de pavo o pierna (cuyo costo oscila entre 600 y 800 pesos por pieza sin guarniciones), dejando muy poco margen para regalos o el pago de servicios básicos. Mientras el gobierno de Armenta aplica una política de contención, en las oficinas de la “burocracia dorada”, la Navidad sigue siendo época de vacas gordas.
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