Luego de la mega carambola registrada en la Vía Atlixcáyotl que dejó un saldo de dos personas muertas y varios lesionados, el Gobierno del Estado anunció que implementará un programa integral para controlar la velocidad en las principales vías rápidas de Puebla, mediante la implementación de reductores de velocidad.
El anuncio fue realizado por la secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús Osorio, quien adelantó que se trata de un programa ambicioso, enfocado en uno de los temas fundamentales de la movilidad: el control de la velocidad en arterias primarias, particularmente aquellas donde se ha disparado la incidencia de accidentes graves.
“Uno de los temas fundamentales es precisamente el control en diversas arterias. Es un programa que se va a implementar para controlar la velocidad en estas vías rápidas”, señaló la funcionaria, al convocar a la presentación formal del proyecto, que será dada a conocer en las próximas horas.
El anuncio se da en un contexto crítico. Como ha documentado Diario CAMBIO, las modificaciones a la movilidad en la Vía Atlixcáyotl realizadas desde 2023 —impulsadas durante el gobierno de Sergio Salomón Céspedes— lejos de mejorar la seguridad, convirtieron el corredor en una auténtica ‘autopista a la muerte’.
La eliminación de vueltas a la izquierda, la cancelación de retornos y el retiro de semáforos, bajo el argumento de agilizar la circulación, dejaron a la Atlixcáyotl sin frenos reales para los automovilistas, facilitando el exceso de velocidad, los arrancones clandestinos y las carambolas mortales.
De acuerdo con un recuento hemerográfico de este medio, desde 2023 a la fecha se han registrado al menos siete accidentes mortales en la Vía Atlixcáyotl, dos de ellos mega carambolas protagonizadas por jóvenes conductores a exceso de velocidad, con un saldo acumulado de 11 personas muertas y más de 20 heridas.
La vía rápida, diseñada para mejorar el flujo vehicular, terminó operando como una pista sin control a cualquier hora del día, donde la falta de dispositivos de regulación y vigilancia convirtió el corredor en uno de los puntos más letales para automovilistas y peatones.
Con este nuevo programa, el Gobierno del Estado busca poner freno a una crisis de seguridad vial que ya cobró demasiadas vidas, en una vialidad donde la modernización se tradujo en riesgo constante. La expectativa ahora está puesta en que las medidas anunciadas con los reductores de velocidad no se queden en el discurso y se traduzcan en controles reales antes de que la vía Atlixcáyotl vuelva a cobrar otra vida.
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