Gracias a las recientes lluvias que azotaron en Puebla, solo el 16 por ciento de los 217 municipios presentan un nivel de sequía fuera de la común de acuerdo con el último reporte de la CONAGUA. Sin embargo,en los últimos 10 años es la segunda vez que se registraron algunos de los niveles más bajos, pues en 2024 llegó al 0 por ciento de los municipios los que tenían alguna problemática en este tema.
Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en lo que va de 2025 las condiciones climáticas han favorecido una recuperación notable. Hasta agosto apenas se contabilizaron 16 semanas con sequía anormal y moderada, un balance que contrasta con los episodios críticos de años anteriores, cuando el déficit hídrico alcanzó proporciones alarmantes.
Durante 2024, la situación fue más complicada. Desde enero hasta junio, 117 municipios presentaron afectaciones por sequía: 81 con un grado moderado y 36 en situación severa, lo que representó el 54 por ciento del estado. El panorama empeoró en mayo, cuando la falta de lluvias llevó a registrar niveles extremos y excepcionales. Al cierre de la segunda semana de ese mes, 39 municipios se encontraban en condición extrema y 21 en situación excepcional.
A partir de ese momento, las precipitaciones se intensificaron de manera repentina. Mientras que en zonas urbanas las lluvias ocasionaron encharcamientos y daños en infraestructura, en el campo la situación fue distinta: la humedad permitió recuperar la producción agrícola y redujo significativamente los efectos de la sequía. Para la segunda quincena de mayo, las afectaciones habían disminuido de forma considerable.
Municipios en situación crítica
De acuerdo con los reportes de Conagua, los municipios que presentaron sequía excepcional fueron: Ahuacatlán, Ahuazotepec, Chiconcuautla, Honey, Francisco Z. Mena, Huauchinango, Jalpan, Jopala, Juan Galindo, Naupan, Pahuatlán, Pantepec, San Felipe Tepatlán, Tlacuilotepec, Tlaola, Tlapacoya, Tlaxco, Venustiano Carranza, Xicotepec, Zacatlán y Zihuateutla.
En tanto, la sequía extrema alcanzó a localidades como Amixtlán, Aquixtla, Atempan, Camocuautla, Caxhuacan, Coatepec, Cuautempan, Cuetzalan del Progreso, Chignahuapan, Chignautla, Hermenegildo Galeana, Huehuetla, Hueyapan, Hueytamalco, Hueytlalpan, Huitzilan de Serdán, Atlequizayan, Ixtepec, Jonotla, Nauzontla, Olintla, Tenampulco, Tepango de Rodríguez, Tepetzintla, Tetela de Ocampo, Teteles de Ávila Castillo, Teziutlán, Tlatlauquitepec, Tuzamapan de Galeana, Xiutetelco, Xochiapulco, Xochitlán de Vicente Suárez, Yaonáhuac, Zacapoaxtla, Zapotitlán de Méndez, Zaragoza, Zautla, Zongozotla y Zoquiapan.
Un cambio histórico en el mapa de sequía
La disminución de municipios afectados marca un hecho sin precedentes en la última década. Por primera vez, los registros muestran niveles bajos de sequía en comparación con los ciclos anteriores. Conagua informó que el mapa de calor dejó de presentar tonos rojos y anaranjados —indicativos de peligro— para dar paso a áreas con humedad suficiente.
Hasta la última quincena de agosto de 2025, solo 35 municipios reportaron una condición anormal. Entre ellos figuran Acateno, Acatlán, Ahuehuetitla, Atexcal, Caltepec, Coyotepec, Cuayuca de Andrade, Chapulco, Francisco Z. Mena, Ixcaquixtla, Juan N. Méndez, Molcaxac, Cañada Morelos, Nicolás Bravo, Pantepec, Petlalcingo, San Gabriel Chilac, San Jerónimo Xayacatlán, San José Miahuatlán, San Miguel Ixitlán, San Pablo Anicano, San Pedro Yeloixtlahuaca, Santa Inés Ahuatempan, Santiago Miahuatlán, Tehuacán, Tehuitzingo, Tepanco de López, Tepexi de Rodríguez, Tlacotepec de Benito Juárez, Totoltepec de Guerrero, Venustiano Carranza, Xayacatlán de Bravo, Xochitlán Todos Santos, Zacapala y Zapotitlán.
Impacto en la agricultura y el consumo de agua
Especialistas consultados señalaron que este repunte de lluvias contribuye a mejorar la situación de los productores de maíz, café y caña de azúcar, quienes durante 2024 reportaron pérdidas severas por la falta de agua. Además, la recarga de mantos freáticos se considera un respiro para comunidades que dependen de pozos profundos para su abasto doméstico.
Sin embargo, advirtieron que la abundancia de lluvias no garantiza una solución definitiva. El cambio climático sigue siendo un factor determinante, y la irregularidad de los ciclos pluviales representa un riesgo latente. Recomendaron reforzar los programas de captación de agua de lluvia, modernizar los sistemas de riego y vigilar la deforestación en la Sierra Norte y la Mixteca, zonas altamente vulnerables.
La Conagua anticipa que, de mantenerse el actual patrón de lluvias, el estado podría cerrar 2025 con los niveles de sequía más bajos de los últimos diez años. Aun así, hizo un llamado a autoridades y ciudadanía para no confiarse y mantener políticas de uso eficiente del agua.
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