Los poblanos ya dejaron de creer en el amor y cada vez son más renuentes a formalizar su vida en pareja: en los últimos cuatro años la entidad se encuentra en los últimos cinco lugares del país con la tasa más baja de casamientos. En 2024, llegó a una tasa de 3.6 por cada mil habitantes.
La tendencia a posponer la vida en pareja o a optar por relaciones más cortas se refleja claramente en la Estadística de Matrimonios (EMAT) publicada este lunes 29 de septiembre por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). A nivel nacional, la tasa de casamientos es de 5.38 por cada mil habitantes, lo que evidencia que Puebla se mantiene por debajo del promedio.
El fenómeno no es exclusivo de Puebla. Otros estados que presentan cifras bajas son Ciudad de México y Tlaxcala, ambos con una tasa de 3.4 matrimonios por cada mil habitantes. En contraste, los estados con las cifras más altas incluyen Quintana Roo con 7.7, Sinaloa con 7.1, Campeche con 7, y Durango y Guanajuato con 6.8. Esto refleja no solo diferencias culturales y económicas entre las regiones, sino también distintas percepciones sobre la formalización de la unión.
Otro dato relevante es la edad promedio de los contrayentes en 2024: 35 años para los hombres y 32 años para las mujeres. Esto indica que los matrimonios se realizan cada vez más tarde, probablemente influenciados por prioridades profesionales, educación y estabilidad económica. Además, alrededor del 60 por ciento de los matrimonios a nivel nacional corresponde a personas con estudios de bachillerato o licenciatura, lo que sugiere una relación entre nivel educativo y decisiones sobre formalizar la unión.
En Puebla, los matrimonios entre personas del mismo sexo siguen siendo minoritarios. Durante 2024 se registraron 91 casos, de los cuales el 60 por ciento fueron entre mujeres, representando apenas el 0.5 por ciento de los 16 mil 177 matrimonios realizados en la entidad. Este dato pone en evidencia tanto avances en el reconocimiento legal como la persistente marginalidad de estas uniones frente a los matrimonios heterosexuales.
Finalmente, a nivel nacional se observa una mejora significativa respecto a los matrimonios con personas menores de edad. En 2024 se registraron solo siete casos, un descenso notable frente a los 24 mil 338 reportados en 2015. Este cambio refleja un avance en la protección de los derechos de los menores y en la regulación del matrimonio infantil, aunque sigue siendo un tema que requiere vigilancia constante.
En conjunto, estas cifras muestran que Puebla enfrenta un desafío social: la disminución de los matrimonios y la transformación de las relaciones afectivas, lo que plantea la necesidad de reflexionar sobre la manera en que la sociedad concibe el compromiso y la vida en pareja en la actualidad.
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