La sobrepoblación en los penales de Puebla continúa siendo un problema grave. A nivel estatal, la ocupación disminuyó 1.67 por ciento, pero 4 centros penitenciarios mantienen más del 30 por ciento de sobrepoblación, siendo el penal de San Pedro Cholula el que registra el mayor exceso de internos. No obstante, este último centro de readaptación es el único que no ha registrado muertos, riñas, motines o casos de corrupción en lo que va del año.
Datos del Cuaderno Penitenciario del Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Reinserción Social, dependiente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) encabezada por Omar García Harfuch, indican que hasta el último corte permanecían 7 mil 345 personas privadas de la libertad (PPL) en todo el estado. Para 2024, la cifra era ligeramente mayor, con 7 mil 470 internos.
Entre los centros con sobrepoblación crítica destacan San Pedro Cholula, Huejotzingo, Libres y Acatlán. El penal de San Pedro Cholula, con capacidad para 159 reos, alberga actualmente a 474, lo que representa un exceso del 184.9 por ciento. Este problema ha persistido durante varios años y sigue siendo el más alarmante en Puebla.
Huejotzingo, un penal distrital que recibe principalmente a personas acusadas de delitos menores, tiene capacidad para 117 internos, pero actualmente alberga a 223, es decir, un 90.6 por ciento por encima de su límite. De manera similar, Libres y Acatlán, con espacios para 34 y 58 reos respectivamente, registran 60 y 80 internos, superando ampliamente su capacidad.
Por otro lado, algunos centros presentan niveles de ocupación relativamente controlados. Zacapoaxtla, con capacidad para 52, tiene 60 internos; Tecamachalco, para 133, cuenta con 148; y Tepeaca, con capacidad de 110, alberga a 102 personas. En estos casos, la sobrepoblación existe, pero es menos crítica en comparación con los centros mencionados previamente.
Los centros con menor ocupación incluyen Tepexi, Xicotepec y el Penal Femenil de Libres, que registran porcentajes de ocupación por debajo de su capacidad: -41.2, -30.08 y -18.04 por ciento, respectivamente. Esto refleja que no todos los penales presentan saturación y que la distribución de internos varía considerablemente entre centros.
La persistencia de la sobrepoblación tiene implicaciones directas sobre la gestión de los penales y la calidad de vida de las personas privadas de la libertad. El hacinamiento puede afectar la seguridad, la atención médica, el acceso a programas de reinserción y las condiciones generales de los internos.
➡️ Únete a nuestro canal de WhatsApp para mantenerte informado al estilo de DIARIO CAMBIO