La periodista y conductora Érika González se convirtió en noticia al compartir de manera emotiva y valiente en el programa “De primera mano”, un proceso personal que atraviesa.
Con la voz entrecortada y visiblemente afectada, González interrumpió la dinámica habitual del espacio informativo para dirigirse a la audiencia y confesar el momento complejo que vive fuera de cámaras.
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“Ahora me toca a mí contarles algo mío, es personal, me cuesta muchísimo hacerlo. Han sido para mí meses muy complicados”, expresó antes de leer una nota escrita, que le ayudó a poner en palabras su sentir.
La periodista reveló que tomó la decisión de poner fin a su matrimonio; una decisión que, aseguró, no fue impulsiva ni fácil, pero sí necesaria.
“Estuve en una relación de tres años con una boda que, como saben, fue pública y compartí con mucho amor”, dijo.
Aunque no abundó en detalles, dejó claro que enfrentó situaciones dolorosas que no estuvieron relacionadas con distancia, territorios o prioridades mal planteadas.
“Hoy dejo esa etapa atrás, con su intensidad, con sus desafíos y con una historia que no me representa pero que sí es mía. Estoy enfocada en sanar… Hay que ser valiente cuando ya no se puede más”, continuó González, agradeciendo el respeto mostrado por sus colegas ante su situación. “Eso vale para mí oro”, añadió.
Érika González aseguró que su proceso de separación ya está concluido y que legalmente está divorciada.
Aunque reconoció que ha sido un periodo muy triste, también lo describió como liberador.
“Me quedo con lo aprendido, y con la fuerza que da algo así”, concluyó.
Con esta apertura, la conductora mostró una faceta íntima y humana que conmovió a la audiencia, quienes han seguido su trayectoria profesional con atención.