Por varias décadas el Baby’O fue la capital nocturna de Acapulco en donde Luis Miguel se divertía a lo máximo, más que un símbolo de diversión, esta discoteca era bastante exclusiva pues asistían políticos, empresarios y artistas.
Aunque su reapertura fue en el 2022 tras un devastador incendio, los años dorados del Baby’O fue entre los 70s y 80s pues Acapulco se convirtió en uno de los centros turísticos más atractivos.
La pista de baile de esta emblemática discoteca vio a personalidades como Luis Miguel, Roberto Palazuelos, Juan Gabriel, Madonna y Michael Jackson.
La historia de este sitio se cuenta través del documental “La Noche Eterna del Baby’O”, que se presentó hace no mucho en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
El director, Emilio Maillé, en entrevista con Clase reveló algunos secretos detrás del documental y de cada testimonio mientras recordaba sus vivencias en la discoteca más icónica de Acapulco.
Así era una noche en el Baby’O
Uno de los factores primordiales para describir una noche en el centro nocturno, sin duda, era la música.
“El Baby’O, en sus grandes años, surge en el apogeo de la música disco. Es un universo interesante, siento que fue un momento de liberación”, expresó Emilio Maillé.
En esa época entrar a la discoteca era como entrar a un nuevo universo de música disco, pop, rock y hasta psicodélica. Los asistentes eran recibidos con estallidos de luces, música y un ambiente enérgico desde la icónica escalera de caracol del establecimiento.
En esta discoteca predominaban los atuendos conlentejuelas, maquillaje y destellos que captaban la atención de quienes asistían a vivir la fiesta entre las mesas VIP, barra de champaña, whisky y vodka.
Luis Miguel fue uno de los íconos que más visitaban este centro nocturno junto con amigos como Jorge ‘El Burro’ Van Rankin, o Roberto Palazuelos.
“Las noches en el Baby O eran de alegría, de conexiones, aunque al principio recibía mayormente a personas extranjeras”, recuerda Emilio Maillé.
Para el director del documental, esta producción le hizo disfrutar bastante, la magia del lugar fue el principal factor; tras un incendio en septiembre de 2021 sus puertas siguen abiertas.
“El Baby O ya no existiría si hubiera estado en otro lugar. Para mí, retratar a Acapulco a través de esta disco era la única manera de hacer este proyecto que disfruté, porque es un material de mucha escritura cinematográfica”, contó.
Ahora, el Baby’O está próximo a celebrar su 50 aniversario tras convertirse en una de las discotecas más emblemáticas de México.
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