El Chavo del 8, una de las series de comedia más exitosas en la historia de la televisión mexicana está nuevamente en la mira de los televidentes gracias al estreno de Chespirito: Sin querer queriendo; una serie de HBO Max.
Esta nueva producción ha traído de vuelta las conversaciones en redes sociales sobre todo respecto de Roberto Gómez Bolaños, creador de una gran serie de personajes e historias por las que muchas veces se le ha considerado un genio.
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En los últimos días se han viralizado a través de redes sociales varios videos que muestran escenas de El Chavo del 8 que se asemejan bastante a producciones mucho más antiguas como Los Tres Chiflados (1922) y El Gordo y el Flaco (1929).
Algunos fanáticos dicen que estas coincidencias son bastante obvias como para ser consideradas plagio, algunos otros dicen que no son más que homenajes clásicos que Chespirito realizó intencionalmente.
En el Chavo del 8 sí fue usada música ajena
Más allá de la discusión de si eran ideas originales u homenajes, hubo una situación legal en concreto que está asociada con la música de entrada. La canción que acompaña a la introducción de El Chavo del 8 forma parte de “The Elephant Never Forgets”, composición de Jean-Jacques Perrey y basada también en una versión electrónica de La Marcha Turca de Ludwig Van Beethoven. Es por esto que se comenzó con una demanda por derechos de autor debido al uso de la canción en el programa.
Este conflicto legal se derivó en una multa de millones de pesos que fue pagada por Televisa a los verdaderos propietarios de la música.
Esta polémica, recordada por la serie documental y los vídeos virales en plataformas digitales, trae de nuevo a la conversación la inspiración y referencias presentes en la obra de Gómez Bolaños.
¿De dónde se inspiró?
Chespirito construyó su propio universo inspirándose de varios íconos culturales y artísticos de la época, incluso artistas de todo el mundo. Uno de los más obvios es William Shakespeare ya que de ahí deriva su seudónimo “Chespirito” (que es el diminutivo de Shakespearecito”. Es muy notorio cómo el teatro clásico influyó en la estructura de sus obras y personajes.
Otro de sus referentes fueron Charles Chaplin, Buster Keaton y el cine mudo, marcando el estilo gestual y de comedia, apreciable en sus movimientos y caídas en personajes como El Chavo y El Chapulín Colorado. Roberto también se inspiró en el humor blanco de la comedia mexicana, comedia de enredos, las carpas, juegos de palabras, repeticiones y situaciones cotidianas.