La serie Sin querer queriendo, basada en las memorias de Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, no solo generó controversia por el rechazo público de Florinda Meza, sino que también reabrió viejas heridas emocionales en Enrique Segoviano, histórico productor de El Chavo del 8.
Recientemente, Marco Antonio Regil confesó que Enrique Segoviano sufrió mucho su salida del Chavo al sentir que su aportación al programa nunca fue reconocida por el público mexicano. Y sobretodo por la manera tan injusta que se le apartó del proyecto. pic.twitter.com/yG2ZDjlsol
— Chico Dune | Carlos Camacho (@AyCarlosCamacho) July 18, 2025
Marco Antonio Regil, quien trabajó con Segoviano en programas como Atínale al precio, reveló que el productor quedó afectado tras el estreno de los episodios que retratan su presunta traición personal y profesional por parte de Bolaños y Meza. Aunque representado con el personaje ficticio de Mariano Casasola, Segoviano habría sido una víctima silenciosa del triángulo amoroso que marcó la ruptura de su vínculo con el universo Chespirito.
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Según Regil, el productor optó por el aislamiento tras el estreno de la serie, y se negó a responder mensajes, algo que no considera fuera de lo común, dada su conocida discreción. A lo largo de los años, Segoviano evitó hablar públicamente sobre su salida del programa, aunque admitía haber sufrido por la pérdida de su lugar en el equipo creativo.
En una mesa de debate sobre la traición, el actor Rolando Breme —quien encarnó a Casasola— interpretó a Enrique Segoviano desde el silencio y la mirada, buscando reflejar la ansiedad del personaje real.
Pese al dolor del pasado, Regil subrayó que Segoviano logró reconstruirse personal y profesionalmente, encontrando el amor y dejando una huella en la televisión mexicana.