El presidente municipal de Tepeaca, Alfredo Velázquez, presentó su primer informe de gobierno, omitiendo por completo el alza en los índices de inseguridad, muestra de ello fue el secuestro de un mototaxista a 20 horas de su evento y más tarde hallado sin vida, con huellas de violencia y el tiro de gracia en la cabeza, en terrenos de cultivo de Amozoc.
Pese a la gravedad del caso, el edil de Tepeaca no ha emitido ningún pronunciamiento, aunque durante su administración se han registrado múltiples hechos de violencia en el municipio.
La víctima fue identificada como Carmelo Vélez Vélez, de 32 años, quien fue secuestrado en la junta auxiliar de Santiago Acatlán, por un grupo armado que viajaba a bordo de una camioneta Ford Expedition, con la que lo interceptaron y lo privaron de su libertad.
Horas más tarde, Carmelo apareció sin vida a escasos metros de las vías del tren que se ubican en la troncal con la carretera que va a Acajete.
El secuestro del mototaxista
El mototaxista víctima del secuestro en Tepeaca, Carmelo Vélez, habría sido interceptado con violencia en la calle 17 Norte, a la altura de la carretera federal a Tehuacán, mientras circulaba en su mototaxi. Los sujetos armados le cerraron el paso con su camioneta Ford Expedition.
Posteriormente, descendieron con armas de asalto, lo encañonaron y lo obligaron a subir al vehículo, para luego huir de inmediato. Los testigos no lograron intervenir, ya que dos de los agresores formaron un cerco a distancia para impedir cualquier acción.
Tras el secuestro, dieron aviso a los números de emergencia. Elementos de la Policía Municipal y Estatal acudieron al lugar y desplegaron un operativo de búsqueda por la zona.
Tepeaca exige seguridad: protestas contra Alfredo Velázquez
Habitantes y comerciantes de Tepeaca se manifestaron frente a la Presidencia Municipal para exigir al alcalde Alfredo Velázquez un alto a la inseguridad y la violencia. La protesta surgió tras una serie de hechos violentos, como el asesinato de un policía y el hallazgo de dos cadáveres con signos de tortura cerca de la Central de Abastos.
Los manifestantes, muchos de ellos miembros de la agrupación Ignacio Zaragoza, denunciaron robos constantes, incluso en negocios del Zócalo. El alcalde se negó a atenderlos de inmediato, delegando la respuesta a funcionarios municipales, lo que generó más inconformidad. También se reclamó la falta de atención tras las lluvias recientes.
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