DIÁLOGOS EN EL INFIERNO


José Zenteno


09/05/2012


El rebase por la izquierda


En la empresa tenemos la costumbre de invertir en el levantamiento de encuestas para consumo propio y también para hacer presencia en los medios de comunicación, ya que muchas veces nuestros clientes no desean hacer públicos los datos que les entregamos. Éste es el caso de la encuesta recientemente publicada en la que damos cuenta de un escenario, por demás sorprendente, en el que Andrés Manuel López Obrador toma la delantera en las preferencias del electorado de la capital de Puebla.


Debo comentar que meditamos mucho la posibilidad de hacer públicos estos números, antes de hacerlo nos dimos a la tarea de revisar el diseño de la muestra y volvimos a supervisar el trabajo de campo para verificar que las respuestas fuesen las correctas. Estamos seguros de que los números son los que arroja la investigación y decidimos comunicarlos, pese a la tendencia que marcan las casas encuestadoras nacionales quienes describen un escenario muy distinto al que nosotros encontramos en el municipio de Puebla.


El tamaño de la muestra es de 600 entrevistas. Este tamaño de muestra tiene un error de ±4.0% y un margen de confianza estadística del 95% para los tabulados básicos. Se utilizó como marco muestral a las secciones electorales del municipio, de las cuales se eligieron 60 en forma aleatoria, buscando que la combinación de secciones en muestra represente adecuadamente los diversos perfiles o estratos de secciones electorales que hay a nivel distrital y municipal. El tipo de muestreo es probabilístico, polietápico, estratificado por conglomerados. La encuesta se aplicó en viviendas, cara a cara, con un cuestionario diseñado de antemano. Las preguntas de intención de voto se realizaron con la ayuda de una tarjeta que llevaba impresos los nombres y fotografías de los candidatos a los diversos cargos y con los logotipos de los partidos o coaliciones que los postulan. Las tarjetas se entregaron a los informantes al mismo tiempo de manera que ellos pudiesen señalar la fórmula de su preferencia para cada cargo.


Los resultados muestran que el candidato de la Coalición Compromiso por México integrada por el PRI y el PVEM cayó al tercer lugar con el 17.2% de las preferencias. En segundo lugar aparece la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, con 18.8% de intención de voto, mientras que el primer lugar lo ocupa Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano con 22.3% de las preferencias.


¿Cuál puede ser la explicación del incremento en las preferencias favorables a López Obrador?


Encontramos que ha venido creciendo el pesimismo entre la población del municipio de Puebla, impulsado por las crecientes dificultades económicas y la falta de expectativas de mejoría de su situación. Por lo tanto, creemos que hay una correlación entre el incremento en el pesimismo y el crecimiento de las preferencias a favor del candidato de la izquierda; a mayor enojo con la situación corresponde una mayor intención de voto favorable a López Obrador. Veamos algunos números, en diciembre de 2011 encontramos un 41% de electores con ánimo pesimista, en abril de 2012 la proporción de personas en esta situación pasó a 48%. Mientras que el ánimo optimista alcanzaba al 33% en diciembre y hoy solo está presente en el 29%. Además, preguntamos a la gente cómo percibe a la economía del país, el 64% respondió que la ven mal y empeorando contra solo un 7% que la perciben bien y mejorando. Aunado a lo anterior, un 58% considera que Felipe Calderón no cumplió con su oferta de campaña de ser el “presidente del empleo” y un 29% considera que solo cumplió en parte con esa promesa.


Otro dato importante lo encontramos en quién capitaliza la expectativa de cambio que el 60% del electorado demanda y que por lo tanto no desea la continuidad del PAN al frente del gobierno federal. En agosto de 2011 el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, era percibido como la mejor opción por el 54% de quienes demandaban un cambio, hoy solo alcanza un 30%. A diferencia de López Obrador, quien pasó del 21% en agosto de 2011 al 45% en abril de 2012.


Nosotros ya veníamos dando cuenta de una caída significativa en el posicionamiento de Peña Nieto entre los electores de la capital de Puebla. Los errores que cometió en diciembre de 2011 comenzaron a debilitarlo, al punto de hacerlo más vulnerable a los ataques provenientes de sus adversarios. Ya en ese mes identificamos que estaba prácticamente empatado con López Obrador entre el segmento mayoritario que demanda un cambio.


Debemos recordar que los electores de la capital poblana son en su mayoría votantes volátiles o “switchers”, con un elevado promedio de instrucción si se le compara con el resto del estado y además cuentan con acceso a diversas fuentes de información. Este electorado no le teme al cambio, lo demostró en las elecciones locales de 2010, en las que volcó su apoyo al candidato opositor y catapultó su victoria por la gubernatura del estado. Otra cualidad de los electores volátiles es que tienen más propensión al voto cruzado, lo que supone que pueden votar por un partido para presidente de la República y por otro u otros para los cargos legislativos.


Los datos parecen mostrar que Puebla, al igual que el DF, es otro conglomerado urbano que comienza a mover sus preferencias a favor del candidato de la izquierda. La paradoja de la situación estriba que en estas elecciones López Obrador está capturando segmentos urbanos de con instrucción media y alta, mientras que ha perdido competitividad entre los segmentos urbano populares y rurales, donde los programas sociales del gobierno federal y la estructura priísta hacen más competitivos al PAN y al PRI.

 

Otro dato importante aunque es más bien una percepción personal, tiene que ver con el regreso del discurso confrontador del Andrés Manuel de antes. Me parece que López Obrador ha venido modificando su estrategia, el discurso del amor ha sido sustituido por el del señalamiento de los grandes males nacionales, poniéndole otra vez nombre y apellido a quienes él considere culpables de la situación por la que atraviesa el país. Este golpe de timón ha sido bien recibido por la gente, quienes comienzan a encontrar eco de sus pensamientos en las palabras del representante de la izquierda.

 



 
 

 

 
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