DIÁLOGOS EN EL INFIERNO


José Zenteno


09/09/2010


El PRI después del marinismo


El partido todavía en el gobierno, el PRI, tendrá que cambiar a su dirigencia estatal el próximo mes de octubre. Mucho se ha dicho y se ha especulado sobre la pertinencia de que el grupo del gobernador saliente continúe al frente de ese partido, pese a haber perdido las elecciones. La mayoría de los argumentos a favor y en contra han sido de tipo político, ético o práctico, pero poco se ha hablado de los números que el marinismo le ha contribuido al PRI en los últimos años.

 

La idea es participar en el debate de la renovación de la dirigencia tricolor con información dura que permita valorar otros elementos. Me pregunto si algún priísta quiere que su partido continúe cosechando derrotas, supongo que no. También supongo que los priístas aspiran a presentarse en las próximas elecciones como una opción moderna que genere confianza y motive a los ciudadanos a votar por sus candidatos. Entonces hay que preguntarse qué grupo o persona es capaz de hacer más competitivo al partido para que en el 2012, el PRI poblano contribuya al triunfo electoral. Veamos algunas cifras.

 

Entre las elecciones de gobernador de 1998 y la de 2010, el PRI aumentó su votación en 122 mil votos, mientras que la lista nominal aumentó en 1.3 millones de electores y la votación total en 796 mil votos efectivos. Esto significa que el PRI sólo pudo conquistar al 15 por ciento de los nuevos votantes que se incorporaron en los últimos 12 años, es decir, 674 mil de los 796 mil votos no fueron para el PRI. Conviene mencionar que en la elección de 2010 el tricolor obtuvo 3 mil votos menos que en 2004, año en que el partido recibió la votación más alta de su historia.

 

Por lo que hace a las elecciones federales, con Melquiades Morales el PRI obtuvo 9 distritos en la elección presidencial del 2000, mientras que con Mario Marín el partido sólo ganó 4 distritos en el 2006. En las elecciones intermedias de 2003 y 2009, el marinismo ganó todos los distritos federales de la entidad, mientras que Melquiades Morales sólo ganó en 10 de 16 distritos. La victoria del PRI en 2009 fue con el 41% de los votos, mientras que en 2003 ese partido obtuvo el 44%.

 

La elección presidencial del 2000 la perdió el PRI por sólo 33 mil votos en el estado, en el 2006 la derrota fue por 283 mil votos.

 

En 1998, el PRI ganó 25 de 26 distritos locales, 182 municipios y 17 cabeceras distritales; en 2004 obtuvo 23 de 26 distritos locales, 134 municipios y 11 cabeceras distritales. En 2010 obtuvo 12 distritos locales, 103 municipios y 13 cabeceras distritales.

 

Los números demuestran que la tendencia es totalmente desfavorable para el Partido Revolucionario Institucional desde que el equipo de Mario Marín se hizo cargo. La pérdida de competitividad de ese partido debiera de preocupar a sus militantes y dirigentes, ya que de continuar así, el futuro se anticipa muy complicado. Si como gobierno apenas pudo conquistar al 15% de los nuevos votantes, se puede anticipar que fuera del gobierno estatal la capacidad para mantener a su voto duro será mucho más limitada. A esto habrá que agregar que si el marinismo insiste en mantenerse al frente del partido, el PRI difícilmente podrá conquistar nuevos votantes. En síntesis, la tendencia no se revertirá sino que la caída será más pronunciada.

 

Que conste una vez más. Lo estamos advirtiendo 22 meses antes de la elección federal del 2012; si el PRI no cambia de dirigentes (entiéndase destierra al marinismo), moderniza su discurso y actualiza sus estrategias, la derrota en Puebla está garantizada.



 
 

 

 
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