Indicador Político 
         
        Carlos Ramírez 
		 
        21/06/2011 
		 
          + Conago: parto de los montes + DF: peor semana en seguridad 
         
        Acostumbrados al triunfalismo en boca propia, el  Comandante en Jefe de las policías estatales y municipales, Marcelo Ebrard, entregó  un reporte que representó, en su dimensión modesta, el parto de los montes: un pequeño ratón salido de un volcán ruidoso y  tembloroso. 
         
          El reporte final del Operativo Nacional Ebrard-2012 de  seguridad de la Conferencia Nacional de Gobernadores no sólo no ofreció resultados en materia de  arrestos de miembros de la delincuencia organizada, sino que inclusive los  pocos raterillos despistados que agarraron ofrecieron un saldo menor al cotidiano de las cifras  oficiales del pasado reciente. 
         
          Por si fuera poco, a Ebrard lo alcanzaron los fantasmas de su pasado:  justo cuando comandaba ostentosamente a más de trescientos mil policías estatales  y municipales de todo el país, en el DF le saltaron asuntos graves de seguridad: un linchamiento en Cuajimalpa que recordó los policías muertos del  linchamientos en Tláhuac cuando Ebrard era secretario de Seguridad Pública del  gobierno de López Obrador en noviembre de 2004, la protesta el fin de semana de  los padres de los doce jóvenes muertos en la disco News Divine en junio de 2008  por responsabilidad de la policía de  Ebrard y la huelga de hambre del nigeriano que fue molido a golpes por policías preventivos del GDF y que murió el  pasado 11 de mayo en circunstancias extrañas. 
         
          Al final de cuentas, el Operativo Nacional Ebrard-2012 sólo  sirvió para un posicionamiento mediático de Ebrard como Comandante en Jefe de las fuerzas policiales  nacionales. Sin embargo, el saldo numérico dejó mucho de desear: demasiado  circo mediático durante una semana para sólo 3 mil 918 detenidos. En todo caso, esa cifra habla que la inseguridad realmente no es un problema nacional. Esos  detenidos significan 559.7 delincuentes cada uno de los siete días, pero apenas 17.5 pillos por cada uno de las  treinta y dos entidades de la república. Para el DF esa cifra de 17.5  delincuentes detenidos es sencillamente ridícula:  en junio del 2010 hubo un promedio diario en el mes de 560 averiguaciones previas contra presuntos delincuentes y de 509 diarios apenas en abril pasado. 
         
          Asimismo, Ebrard informó de la  recuperación en toda la semana pasada de mil  500 vehículos robados, lo que da una media de 214 autos por día y apenas 6.7 autos por entidad federativa.  Ciertamente que el promedio elude la diferenciación de entidades con más robos  que en otras, pero el promedio permite hacer un cálculo elemental: ante la  cifra de 69 autos robados al día  durante el mes de junio de 2010 y de 49 diarios en el pasado mes de abril, la recuperación de 6.7 autos no justifica la movilización de más de  trescientos mil policías: o en realidad no existen ladrones de autos o los ladrones prefirieron ocultarse ante el anuncio  espectacular del operativo o las policías fueron ineficaces para localizar a las bandas delincuenciales de robos de  autos. 
         
          Por lo demás, más de trescientos  mil policías se movilizaron en toda la república para perseguir maleantes y sólo decomisaron 170 armas de fuego ilegales, algo así como 24 por día y ni siquiera  un arma --0.75%-- por entidad de la  república. Con una estrategia mejor articulada y una persistencia alejada del interés mediático, la Secretaría de  la Defensa Nacional ha decomisado casi 90  mil armas en cuatro años y cinco meses, a una media de 55 armas por día. 
         
          Y por si fuera poco, el Operativo Nacional Ebrard-2012 de la  Conago logró cumplimentar 892 órdenes de aprehensión en siete días, 127 al día  y 4 por entidad federativa. Sin embargo, el rezago en el ejercicio de las órdenes  de aprehensión en delitos de fuero común llega a más de 800 mil, lo que significa que la Conago debe sentirse satisfecha  porque logró una victoria mediática  del 0.1% en el ejercicio de las  órdenes de aprehensión. O visto de otra manera, aún siguen libres 799 mil 108 delincuentes que deben estar en la cárcel pero que las policías estatales no  han podido/querido capturar. 
         
          El reporte del Comandante en Jefe  de las fuerzas policiales del país, Marcelo Ebrard, no desglosó la cifra que todos los ciudadanos estaban esperando:  ¿cuántos de los detenidos forman parte de los cárteles de la droga en  cualquiera de sus especializaciones: sicarios, distribuidores, narcomenudistas,  transportistas, grandes capos? ¿Cuántos jefes de las bandas de delincuentes --tráfico de personas, prostitución, robo de  autos, carteristas, asaltantes de usuarios bancarios, robos a casas habitación,  asaltantes de micros y taxis, secuestradores, entre otras-- se encuentran entre los 3 mil 918 detenidos? 
         
          Del otro lado, el Operativo Nacional Ebrard-2012 no aportó ningún resultado sobre  policías estatales y municipales vinculados al crimen organizado, sin duda el  problema número uno de la  inseguridad. El jueves de la semana pasada el ejército entregó a la justicia a  los policías municipales de Zuazua, Nuevo León, por pertenecer al cártel de Los  Zetas. Pero esos policías formaban parte del operativo encabezado por el Comandante en Jefe policiaco Marcelo Ebrard. En  las plazas de alta incidencia de  presencia del narcotráfico existen las evidencias de que los policías estatales  y municipales son parte de los  propios cárteles del narcotráfico. 
         
          La intención real de Ebrard al convencer a los gobernadores de la  Conago del operativo nunca se  localizó en el área de la seguridad porque implicaba una coordinación con las  fuerzas armadas y la Secretaría de Seguridad Pública Federal, pero es la hora  en que Ebrard no reconoce el rango  constitucional y legítimo del presidente Calderón por temor a irritar a López Obrador. La descoordinación estados-federación, inducida intencionalmente por  Ebrard, no hizo más que recordar que  la politización de las políticas de seguridad pública tiene parte de la  responsabilidad de la presencia del crimen organizado en el país. 
          
        Por lo pronto, Ebrard ya tuvo su probadita de miel: Comandante en Jefe de las fuerzas policiales de la república. Algo es  algo.  
          
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