Opinión


Pedro Gutiérrez


El senado y las delegaciones federales


La semana que concluye fue bastante difícil para el panismo nacional y local. Diversos acontecimientos sucedieron en torno a Acción Nacional y fueron noticia en los medios de comunicación nacionales y locales. Por un lado, un acontecimiento nacional como lo fue la abrupta destitución del senador Santiago Creel Miranda como coordinador de los panistas integrantes de la Cámara Alta y, en el caso poblano, la sustitución de la Delegada de SEDESOL en el estado de Puebla Anahí Romero Alonso.


El primero de los asuntos en comento es un suceso de altísima repercusión en la vida pública e institucional de la república, pues el líder parlamentario del partido en el poder y que tiene la mayoría en la cámara, fue removido del cargo y su posición la ha ocupado otro legislador. La situación no es menor, sobre todo si tomamos en cuenta que el senador Creel es un hombre con talante y capacidad negociadora que en los últimos meses había impulsado no pocas iniciativas de ley en las que el interés del Presidente Felipe Calderón era altísimo. De hecho, la actual legislatura –en ambas cámaras del Congreso- es una de las más productivas en los últimos años y en gran medida se debe a la capacidad negociadora de los senadores y diputados panistas y de la disposición de avanzar en algunos tópicos por parte de los partidos de oposición, fundamentalmente el PRI.


La decisión de remover a Santiago Creel del cargo de coordinador de los senadores panistas fue tomada el lunes por el presidente del CEN del PAN, Germán Martínez Cázares. Acto seguido se vino el cataclismo informativo, pues los medios de comunicación y los actores políticos teorizaron durante horas y horas en torno a la decisión tomada por el jefe nacional de los blanquiazules. Los legisladores más cercanos a Creel se solidarizaron con el todavía líder de la bancada, entre ellos el senador Humberto Aguilar Coronado, subcoordinador de proceso legislativo del Grupo Parlamentario del PAN en Xicoténcatl. Al día siguiente, el pleno senatorial panista se reunió con Germán Martínez y en dicha reunión se expresaron argumentos y posiciones de forma y fondo para desahogar la decisión entonces ya tomada por el presidente del CEN albiazul. Finalmente la decisión fue ratificada y en el lugar de Santiago Creel fue nombrado el senador chihuahuense Gustavo Madero, sobrino-nieto del iniciador de la revolución mexicana Francisco Ignacio Madero. Como subcoordinador parlamentario, Humberto Aguilar Coronado presentó su renuncia al cargo para facilitarle al nuevo coordinador la designación de otro senador; sin embargo, Gustavo Madero ni siquiera aceptó la entrega de la renuncia y por el contrario, ratificó de inmediato al senador Aguilar en dicha responsabilidad. Lo anterior demuestra la eficacia y eficiencia con la que se ha desempeñado el tigre en las varias negociaciones –siempre complicadas- que ha sostenido con otros grupos parlamentarios y, de paso, cierra la boca de no pocos agoreros que en Puebla ya daban por muerto al legislador panista después de la remoción de Creel.


Cabe mencionar que el cambio de coordinador parlamentario es facultad del presidente nacional del partido y en ese sentido se respeta profundamente su decisión, la cual obedece entre otras cosas al giro en la dinámica política que ha de enfrentar el PAN rumbo a las reformas pendientes –entre otras la petrolera- y las elecciones intermedias de 2009. Además, el tema de los cambios de coordinador no es nuevo en la imaginaria panista: en la pasada legislatura el entonces jefe nacional Manuel Espino había también cambiado de coordinador senatorial removiendo en su momento al senador Diego Fernández de Cevallos.


En el caso poblano las aguas no están menos agitadas. El cambio en las delegaciones federales sacudió fuertemente algunos cimientos del panismo local. Anahí Romero Alonso fue removida de la delegación de SEDESOL y su lugar lo ocupa un encargado del despacho, al tiempo que la ex titular originaria de San Martín Texmelucan fue designada ahora como delegada de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Después de los movimientos sobrevinieron distintas especulaciones y desafortunados comentarios de algunos actores políticos vinculados con el PAN, entre ellos el senador Rafael Moreno Valle. Nosotros reconocemos –y desde aquí lo hago a título personal en mi calidad de militante panista y como miembro del Comité Estatal- la gestión de Anahí Romero al frente de la delegación de SEDESOL y su actuar transparente. Los panistas, los auténticos panistas, debemos reconocer a nuestros funcionarios públicos cuando se desempeñan con valor, eficacia y atendiendo al bien común. Desde acá un fuerte abrazo y el mayor de los éxitos para la nueva titular de la oficina de atención a los pueblos indígenas.

 

Por lo que hace al Comités Estatal, me parece que debiera hacer un esfuerzo mucho mayor para promover la unidad interna y no dar espacio a las críticas sin sentido que unos y otros actores se formulan y que demuestran vanas ambiciones de poder. La crítica vale y debe ser escuchada, pero en los cauces adecuados que establecen nuestros estatutos. Para ello, el primer interesado en promover la unidad debiera ser el jefe estatal. Los que somos miembros del cuerpo colegiado que él encabeza en el Comité queremos ayudarlo y levantamos permanentemente la mano para tales efectos. Con gusto, estamos para coadyuvar en un proyecto que nos convoca a todos: el PAN.

 

PEDRO ALBERTO GUTIÉRREZ VARELA

Miembro del Comité Directivo Estatal del PAN

 



 
 

 

 
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